Contextualizar los hechos y las opiniones ayuda a desarrollar el espíritu crítico de igual modo que, en los primeros niveles de educación, la enseñanza del latín podía ayudar a reconocer la historia y las prácticas de la Roma antigua. El bulo o la manipulación de las emociones no son un fenómeno reciente e identificarlos en un contexto pasado ayuda a percibirlos en el presente