Esto ya es insoportable. Que se intente tapar con los comportamientos personales e íntimos aunque sean sucios reprobables y asquerosos de políticos, a los actos criminales y de delincuencia hacia y con el pueblo; muerte de ciudadanos, ancianos, enfermos, desfalcos, corrupción, etc.
¿Por qué la justicia, si existe, no acomete en primer lugar todo lo que atañe a la ciudadanía y al país, en lugar de destacar y priorizar las suciedades intimas de tantos políticos y personajes que al pueblo no interesan?
Ya es hora de acabar con todo ese mercadeo de intimidades y coger las riendas de la gobernabilidad adecuada para solucionar los problemas del país y la economía, que no es poca cosa.
De sobra sabemos a quiénes les interesa embarrar a todos aquellos que les estorban para coger las riendas del poder. Si lo consiguen, que Dios nos coja confesados.