NO salgo de mi asombro al comprobar una vez más cómo el ingenio de algunas personas logra hacer sonreír y recordarnos con una sencillez aplastante lo que es más que evidente. Me llega vía WhatssApp la siguiente frase enmarcada cual fotografía: “Los más jóvenes no lo sabréis pero, antiguamente, a las olas de frío de enero las llamábamos invierno”. Tal cual. Me sale una irremediable carcajada. Por que es verdad. Lo que hoy anunciamos bajo un tremendo “alerta por temporal en Euskadi” hace unos años era un simple y llanamente “ojo, que igual nieva”. Lo del frío venía con el paquete. Lo natural del invierno.