Arcade Fire y Jungle fueron los nombres más importantes que clausuraron este domingo, de madrugada, la 17ª edición del Bilbao BBK Live. Y lo hicieron “de la mejor forma posible”, según la organización, la promotora vasca Last Tour, en colaboración con el Ayuntamiento de Bilbao. “El balance es muy positivo”, según las mismas fuentes, que cifran en 110.000 las personas que han acudido a Kobetamendi en estas tres jornadas para disfrutar de Massive Attack, The Prodigy y Slowdive, entre otros.

Entre el jueves y las primeras horas del domingo, Kobetamendi ha congregado a 110.000 personas procedentes de más de 50 países –un tercio británicos y con importante representación estatal de madrileños y catalanes– en estos tres días de “disfrute de la música en directo en la naturaleza en un festival cuidado y comprometido en un entorno único”, explican desde la organización. El ecléctico festival, que este año ha abierto su programación a estilos como el flamenco contemporáneo y la rumba, se cerró con la actuación estelar de Arcade Fire. “Han dado una auténtica clase magistral”, valora la organización. Y no sería la única, ya que los oscuros y políticos Massive Attack firmaron un concierto inolvidable, de los mejores en la historia del festival, y conviene destacar también a la esperada durante años Grace Jones, “un hito de la música de baile” de finales de los 70.

El cartel deja también otros nombres para el recuerdo, muchos de ellos ligados a la música de baile o electrónica, como los indies Parcels; Jungle y su “milimetrada” puesta en escena de un repertorio entre el funk, el soul o la electrónica; los punkies The Prodigy o Underworld. El festival también ofreció curiosidades para alabar como “el viaje lisérgico” del trío Khruangbin o el jazz de aires africanos del veterano Mulatu Astatke, y cumplió con la expectación con los emergentes Alcalá Norte.

Otros momentos destacables de esta edición han sido la clase maestra de shoegaze y dream pop de Slowdive; la electro–charanga de los alemanes Meute; el flamenco joven, vanguardista y electrónico de María José Llergo; la verbena rumbera y vitriólica de Albert Pla, en la que se combinaron coreografía, proyecciones y la virtuosa The Surprise Band, o “propuestas audaces” como la de Ralphie Choo, que tiene seguidores como Rosalía y arrasa en medios especializados internacionales.

El festival, que ha contado con una interesante y ecléctica cota vasca con Zea Mays y El Columpio Asesino al frente, junto a artistas emergentes como Ezezez, Silitia y S T R, ha vuelto a llevar “el ambiente festivalero” a las calles de Bilbao con los tres escenarios al aire libre del ciclo gratuito Bereziak, en los que han actuado artistas en su mayoría emergentes como Parquesvr, Samuraï, Repion o Kyne, junto a veteranos como La Habitación Roja. Además, el escenario electrónico Basoa ha facilitado “una inversión aún más envolvente” al ubicar el set de Djs en el centro, y se han seguido con satisfacción las fiestas “akelarre” con sesiones en el camping.

Movilidad y sostenibilidad

Además de la vertiente artística y lúdica, Bilbao BBK Live ha celebrado la segunda edición de Irteera, acción organizada por Fundación BBK y el festival para promover una movilidad sostenible y reducir la huella de carbono. Se ha concretado en un recorrido a pie, disfrutando de un paseo divertido en compañía de una charanga que amenizó la subida vibrando con la música desde el KM 0.

La organización destaca también “la importancia del espacio BALORE”, instalado para que los asistentes se informaran sobre la determinación y puesta en valor del compromiso del festival con las causas medioambientales y sociales. Entre ellas, la eliminación del plástico mediante el forramiento de madera del escenario principal o de lana de oveja carranzana en el Txiki. “Se ha puesto énfasis en la utilización de materiales naturales de Km 0, ayudando al desarrollo de este material que hasta hace poco se trataba como un residuo. Con esta lana, una vez finalice el festival, se realizarán diferentes prendas”, concluyen desde la organización.