El Athletic no quiere dejar escapar la gran ocasión de pasar a semifinales de la Europa League
Espoleado por su último éxito y el ambiente de las noches mágicas de San Mamés, el equipo de Valverde aspira a refrendar el pronóstico y pasar a la semifinal a costa del Rangers
Ese pálpito optimista que se genera en torno a las grandes citas de San Mamés no deja de sumar adeptos, como si fuese un contagio: hoy el Athletic ganará para convertirse en semifinalista de la Europa League. La calle lo tiene claro, mientras que los profesionales, aunque coincidan, con sus manifestaciones tratan en vano de rebajar los picos de euforia que las gradas exteriorizarán a coro. Según se aproxima la hora del partido, las dudas que siempre suscita un cara o cruz tienden a diluirse por el empuje de la convicción. El equipo no puede dejar escapar una ocasión así. La opción de disputar en campo propio una final continental quizás fuese una locura cuando empezó el torneo, un sueño, una bilbainada, pero llegados a este punto, al menos el derecho a figurar entre los cuatro candidatos al título es un objetivo que, con los pies en el suelo, se percibe asequible.
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La comprensible frustración originada por el comportamiento y el marcador del pasado jueves en el Ibrox Stadium, ha quedado compensada con creces por la contundente victoria liguera sobre el Rayo.El Athletic recuperó el nervio y la efectividad en el momento adecuado. Cada encuentro es una historia, pero la demostración de poderío después de una serie de actuaciones exentas de brillo y de goles, bien puede interpretarse como una especie de ensayo general de cara a lo de esta noche.
El domingo compareció de nuevo el bloque que se vuelca sobre el área contraria y no da tregua hasta que se sale con la suya. Hoy se trata de insistir en la misma línea. Delante, un Rangers que hizo un esfuerzo mayúsculo de supervivencia parapetado en torno a su portero porque, en inferioridad numérica, tampoco tenía otra alternativa. No obstante, se ha de reconocer que el 0-0 de la ida obedeció básicamente a la impericia del Athletic, ofuscado en su asalto al muro escocés. Otro detalle a considerar dice que, como reflejan sus resultados, el adversario suele desenvolverse con mayor soltura de viaje, pero hablamos de una final, donde solo vale el triunfo, para un bando y para el otro.
Valverde: “Se trata de ganar”
El Rangers ya no puede conformarse con resistir o ampararse en la especulación. Esto significa que se abrirán más espacios para transitar, circunstancia que favorece el despliegue de los contundentes argumentos ofensivos rojiblancos. De los hombres de Ernesto Valverde se espera que, sin incurrir en prisas, gobiernen y marquen el ritmo; que una vez estén asentados posicionalmente, sepan explotar toda la anchura del terreno para percutir y cobrar ventaja. Si lo logran pronto, disfrutarán del escenario ideal para que prevalezca su superior calidad; en caso contrario, pues, sencillamente, el asunto consistirá en no perder el norte y perseverar.
El gol vale igual independientemente del minuto en que se produzca. Pensar de antemano en singular, el gol, acaso sea poco sugerente en una noche tan especial, pero aparte de que con uno bastaría, se ha de seguir un orden: primero uno y, si se puede, luego añadir otro. Con la particularidad de que, muy probablemente, el segundo resulte más fácil. Idéntico cálculo barajará el conjunto escocés, lo que falta por descubrir es qué grado de riesgo está dispuesto a tomar Barry Ferguson a fin de evitar que los suyos se vean abocados a ir a remolque.
Once definido
Valverde podría confeccionar una alineación idéntica o muy parecida a la utilizada en la ida. Los múltiples descansos administrados el fin de semana estaban enfocados a garantizar la frescura del grupo en la cita de hoy. De Marcos, Yeray y Lekue (Yuri permanece indispuesto), no salieron del banquillo. Sancet y Maroan solo jugaron medio partido y menos aún Galarreta y los hermanos Williams.
En realidad, únicamente repitieron Dani Vivian y Mikel Jauregizar. Ambos estuvieron de principio a fin, igual que en Glasgow, lo que lleva a preguntarse si no será desmedido que repitan. No tanto en el caso del central, dado que los defensas no sufren tanto desgaste, como en el del medio. Hay que valorar que Jauregizar no ha faltado ni un minuto en los cuatro compromisos más recientes. En el supuesto de que estime oportuno protegerle, el elegido será Prados.
Quedaría por despejar la problemática que afecta a Iñaki Williams, aquejado de una sobrecarga que aconsejó su retirada antes de tiempo frente al Rayo Vallecano. Es precisamente su portentosa capacidad física lo que abre un interrogante porque en situaciones similares la norma que rige habla de no exponerse a una lesión más grave. Por de pronto, constatar que el extremo figura en la lista de convocados. La alternativa se llama Alex Berenguer, el comodín de la delantera.