El Athletic cerró ayer su semana fantástica con un triunfo muy trabajado frente al Celta, un rival muy valiente que le puso las cosas muy complicadas en muchos momentos de la primera mitad, pero al que sometió en un nuevo ejercicio de acierto de cara a gol y un enorme sacrificio colectivo. El conjunto rojiblanco sufrió con el dominio del balón de su rival, que jugó y movió la pelota de un lado al otro con una alegría poco habitual en LaLiga, accesible solo a un grupo muy selecto de equipos, pero tras los pertinentes ajustes realizados por Ernesto Valverde al descanso supo cómo frenar al equipo vigués y tener el partido controlado. El acierto en el remate de Gorka Guruzeta en la primera mitad, que envió al fondo de la red los dos primeros remates entre los tres palos de su equipo, allanó el camino hacia una victoria que dejó vista para sentencia Álvaro Djaló, otro futbolista que, como Guruzeta, vivió su bautismo goleador en la presente campaña. Una estreno que, indudablemente, les vendrá muy bien a ambos para ganar en confianza.
En solo ocho días el Athletic ha conseguido tres victorias en liga, frente a la Unión Deportiva Las Palmas, el Leganés y el Celta, que le han impulsado en la clasificación hasta situarle en la zona noble, si bien es cierto que cuenta con un partido más que la gran mayoría de sus rivales, una situación que se normalizará a lo largo de la presente semana con la disputa de la séptima jornada de liga.
“No recuerdo una semana así en la que tienes tres partidos de liga y ganas los tres. Seguramente habrá habido alguna, pero no la recuerdo y esta era fundamental para nosotros, porque fuimos a Las Palmas apretados de puntos y hemos conseguido los nueve para afrontar el inicio de la competición europea con buena cara”, apuntó Valverde a la conclusión de un choque en cuyo cambio de guion tuvo mucho que ver.
El técnico ajustó distintas cosas en el descanso y su equipo ofreció una imagen más sólida en la segunda mitad, en la que no pudo participar Julen Agirrezabala, quien sufrió un golpe en la acción del penalti sobre Iago Aspas y tuvo que dejar, por precaución y para minimizar riesgos, su puesto en el campo a Alex Padilla, que disfrutó de una parte mucho más tranquila.
Sin las apreturas vividas en el primer acto, el Athletic fue acercándose a su tercer triunfo consecutivo en liga, un hecho que ya logró el curso pasado, cuando enlazó cuatro victorias entre las jornadas 17 y 20. Claro que entonces únicamente tuvo que compaginar dos competiciones, por las cuatro de la presente campaña, y este pleno llega a las puertas del estreno continental del jueves ante la Roma. Una cita muy esperada en Bilbao y a la que el equipo llega subido en una nube.
Valverde volvió a realizar un buen número de cambios en su alineación, dando entrada a ocho futbolistas nuevos con respecto al once que dispuso en Leganés, y la rotación le volvió a dar sus frutos. De los cuatro futbolistas de ataque que cuentan con la vitola de titulares: los hermanos Williams, Oihan Sancet y Guruzeta, solo el último faltaba por estrenarse en el apartado goleador y ante el Celta firmó, además de un gran partido, con mucha participación fuera del área, un doblete.
Iñaki Williams, un futbolista diferencial en banda derecha, llegó a las 50 asistencias como rojiblanco tras una gran acción personal que acabó con el testarazo de Djaló al fondo de la red, otro futbolista que necesitaba marcar para ganar en confianza. Y como en estos últimos partidos, los otros dos titulares ayer en el ataque: Alex Berenguer y Sancet, volvieron a tener una actuación decisiva. El primero se inventó una gran asistencia y el segundo estuvo en todas las acciones de peligro. El Athletic cerró una semana fantástica.
La cifra
428
Iñaki Williams superó ayer a Argote para situarse como el décimo tercer futbolista en la historia del club con más encuentros disputados: 428. El próximo mes de diciembre se cumplirán diez años del debut del atacante bilbaino con el Athletic, que tiene a solo dos partidos de distancia a Julen Guerrero.