Athletic y Barcelona escenifican esta noche uno de esos partidos que nadie quiere perderse. Ni Iñaki Williams. Se trata de un emparejamiento copero con mucha miga y no solo porque en los últimos tiempos se haya repetido hasta la saciedad. Es el único que reúne a dos favoritos de entre los duelos de la ronda de cuartos. Sería gratuito calificar a los restantes como final adelantada. Esta distinción no solo se justifica por la actual jerarquía de ambos clubes, sino porque en varias ediciones recientes del torneo han pugnado por el título.

Por si hubiese dudas en torno a esta cuestión, el singular atractivo que rodea la cita de San Mamés, basta con reparar en que a la hora de emitir un pronóstico las opciones de rojiblancos y azulgranas salen parejas. Aunque sea legítimo esgrimir argumentos en favor de uno u otro, de antemano no está claro de qué lado acabará cayendo el resultado. El evento acapara toda la incertidumbre de la Copa, pues la eliminación de Real Sociedad, Girona y Atlético de Madrid frente a Celta, Mallorca y Sevilla constituiría una monumental sorpresa.

El catálogo de elogios que los entrenadores han intercambiado ante la prensa, por una vez ha sonado sincero. Ernesto Valverde y Xavi Hernández no han querido parecer corteses o elegantes. Se han limitado a exponer opiniones sopesadas, con fundamento, aquellas que a su entender reflejan la realidad ajena. Valverde, por ejemplo, ha recordado que reciben al vigente campeón de liga, imbatido a domicilio y habituado a rentabilizar sus encuentros en el tramo final, plagado de futbolistas dotados para decidir con un detalle de calidad.

Nada de esto falta a la verdad, pese a que la trayectoria y el fútbol del Barcelona se hallen en entredicho. Por su parte, el técnico catalán ha subrayado la dificultad que entraña superar la presión adelantada y el ritmo que despliega el Athletic, antídotos muy útiles para cortocircuitar la posesión característica de un Barcelona que sufre sin pelota y flojea en la contención.

Desde luego que a pleno rendimiento el Athletic resulta temible. Le avalan cantidad de actuaciones donde ha traducido su peculiar intensidad en goles. Viene de tropezar en Mestalla, episodio cuya influencia debería relativizarse. Así lo cree Valverde, que apela a la fortaleza mental de sus hombres. El registro de tres meses sin catar la derrota da una idea aproximada de la personalidad del bloque. Además, aunque el contexto no fuese tan positivo o directamente negativo, la relevancia del premio en juego, por sí sola, funcionaría como el mejor antídoto contra el decaimiento o la duda. Dos factores que no se contemplan.

Por si acaso, las gradas ya se encargarán de generar el clima idóneo para que el Athletic se sienta cómodo. El papel está agotado. Al respecto del ambiente, Valverde apuntó que, sin minusvalorar un ápice el efecto del aliento hacia sus futbolistas, son estos quienes han de marcar los goles.

Con o sin refuerzo

El estado de varios hombres, en cambio, sí suscita alguna reserva. Empezando por el “fichaje” inesperado, un Iñaki Williams que, consumado ayer el fiasco de Ghana, abandonaba a toda prisa el llamado continente negro en dirección a casa. Valverde estaba pendiente de la evolución de las molestias que afectarían a gente llamada a figurar en la alineación inicial. Mencionó a Lekue y a Berenguer, pero en ausencia de una información más exhaustiva, Galarreta y Vesga representarían los casos más delicados.

El vitoriano causó baja el fin de semana, descartado en el último instante, y se perdió asimismo la eliminatoria anterior, celebrada en su ciudad natal. Galarreta contó con media hora frente al Valencia, pero arrastra un problema desde el derbi con la Real. Entonces, al desgaste que acumula se le añadió un mal golpe. Fue infiltrado en su última comparecencia y quizá vuelva a forzar esta noche porque para Valverde es un elemento básico. Prados y Herrera son las alternativas.

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En el resto de la formación no se esperan novedades, lo cual significa que Agirrezabala será el elegido, extremo que Valverde, en su línea de no soltar prenda, se negó a ratificar. Lekue, Vivian, Paredes y Yuri, completarán la zaga. Y causaría extrañeza que las demarcaciones más adelantadas no se las repartiesen Berenguer, Sancet, Nico Williams y Guruzeta, pues quizás que actuase de salida sería forzar demasiado al mayor de los Williams. Así que a expensas de lo que suceda en la línea de medios, es probable que el Athletic arranque con el once previsible hasta que saltó la noticia en la Copa de África.

La pizarra de Xavi es susceptible de prestarse a más elucubraciones. Recupera para la causa un par de defensas, Joao Cancelo y Christensen, pero permanecen en la enfermería Ter Stegen, Iñigo Martínez, Marcos Alonso, Gavi y Raphinha. El central danés apunta a relevar al mocoso Cubarsí, si es que Koundé no se desplaza desde el lateral para que entre Cancelo. Sergi Roberto es otra opción a considerar, dada la previsión de un partido de mucha tralla, al igual que el irregular y brillante Joao Félix.