Caer. Levantarse. Caer. Levantarse. Caer. Levantarse. Y así una y otra vez. No hay negociación posible con Unai Laso (Bizkarreta-Gerendiain, 1997), una especie de Sísifo moderno. Siempre colina arriba. Aprieta los dientes. Mandíbula tensa. Resurrección. Siete vidas.

El verano de 2023 llegó con la noticia de una intervención bastante peliaguda en la cadera derecha del manista de Bizkarreta-Gerendiain, estrella de Baiko Pilota. La fractura de labrum trajo consigo otras lesiones de menor calado en la zona. Los doctores de Baiko clavaron los seis meses de baja. El errotarra vivió medio año en silencio, peleando por volver a ser el mismo que cambió la suerte de su empresa en el Manomanista de 2022. “En una lesión tan larga hay días y semanas. Había momentos que estaba animado, con ganas; pero en otros, en los que igual no ves tanta mejoría y hay molestias, estás mermado. Unai es alegre y valiente. Eso le ha ayudado a volver. Es una lesión complicada y dura, pero ahí está”, esgrime Jon Mariezkurrena, compañero de empresa, amigo personal y botillero de Laso.

Ha vivido en primera persona el calvario: “Ha trabajado todos los días sin excepción y muchas veces con sesiones de mañana y tarde. Ha hecho muchos kilómetros para consultar a diferentes fisios e ir a la recuperación. Además, ha mantenido las manos. Eso supone mucho esfuerzo, pero tiene sus frutos. Al fin y al cabo, este es nuestro trabajo y lo hacemos encantados”. El errotarra se cita con Altuna III este domingo en el Bizkaia de Bilbao en la final del Manomanista, el campeonato más importante del curso.

"Es un guerrero"

Aimar Olaizola, responsable deportivo de Baiko Pilota, coincide con el pegador de Berriozar. Admite que Unai es un “guerrero”. “Lo que ha hecho tiene mucho mérito. Hace diez meses estaba con muletas, operado. Estas lesiones necesitan su tiempo. En el Parejas veíamos que había dudas y molestias, pero que cada semana estaba mejor. El objetivo era llegar bien al Manomanista. Viendo los tiempos, creíamos que su mejor momento llegaría en el mano a mano. Es un chico muy trabajador”, recita el goizuetarra, que durante su etapa profesional ya vivió situaciones similares. El 24 de abril de 2010 se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha. Regresó en noviembre, en abril ganó el Parejas con Begino y en julio jugó una final del Manomanista legendaria ante Xala, que ganó el de Lekuine por 19-22.

“Lo que ha hecho tiene mucho mérito. Hace diez meses estaba con muletas, operado”

Laso y Mariezkurrena celebran el pase a las semifinales del Manomanista del primero. Iban Aguinaga

Jokin Altuna se ejercita en el Beotibar con Etxaniz

Mano – Jokin Altuna realizó este jueves una de sus últimas sesiones antes de la final del Manomanista de Primera del domingo en el frontón Bizkaia de Bilbao ante Laso. Completó un ensayo técnico de alrededor de una hora junto al director deportivo de la empresa Aspe, Jokin Etxaniz, en el frontón Beotibar de Tolosa.

"Digo a todos los pelotaris que es muy importante la recuperación. Es fundamental la rehabilitación, no faltar a las citas y hacer lo que te dicen los médicos. Laso lo ha hecho todo bien. Hay que seguir trabajando como antes o un poco más”, analiza.

La paciencia

Muchas veces hemos tenido que tener paciencia con Unai. Cuando hay confianza, igual discutes más, pero nos lo hemos tomado con tranquilidad. Hablamos claro entre nosotros, sin pelos en la lengua, y lo ha aceptado. Aunque esté en un proceso de recuperación y trates de mandarle energía positiva, si él está en un momento bajo, hay que dejarle las cosas claras”, comenta Mariezkurrena II, quien reconoce que “hay un gran trabajo físico, de frontón y mental. Eso es importante. Laso ha dado un subidón muy grande en lo psicológico. Le veo más centrado que nunca”. 

“Laso ha dado un subidón grande en lo psicológico. Le veo más centrado que nunca”

De hecho, Jon reitera que “en la cancha hay muchos factores a tener en cuenta y el mental es el que mejor está gestionando ahora. Creo que le falta un puntito a nivel de juego y le queda un pelín de margen de mejora”. 

Olaizola, por su parte, analiza que, desde el punto de vista de la empresa, no había “prisa” para que Laso volviera a su nivel. Había que tener temple para restañar las complicaciones derivadas de la cadera. “Muchas veces es peor si tratas de acelerar. Cada semana le he ido notando mejor, con más confianza. La evolución ha sido poco a poco, progresiva, pero bastante rápida. A base de trabajo ha vuelto a un nivel muy bueno”, especifica el preparador navarro, quien incide en que “estoy muy contento con el nivel que está dando. Llegar a la final del Manomanista con los partidos que ha hecho es algo al alcance de pocos”.

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Asimismo, Aimar considera que le queda cierto margen para volver a ser el pelotari deslumbrante de antes de fracturarse el cartílago de la cadera. “Siempre hay margen de mejora. A la hora de darle, a la hora de apoyar los pies, a veces llegaba justo o le costaba meter cintura y riñón. Eso se notaba. Aun así, poco a poco ha ido quitando miedos y quemando etapas. Le veo muy bien para la final del Manomanista”, zanja Olaizola.