Efectivo. Unai Laso acaricia las semifinales del Manomanista de Primera. Le bastaría con que este domingo gane Jokin Altuna a José Javier Zabaleta en la cita del Astelena de Eibar. En caso negativo, necesitaría seis tantos contra el pegador de Etxarren en el cruce del sábado 11 de mayo en el Labrit de Iruñea. Muy cerca. A apenas unos centímetros. La punta de los dedos roza la excelencia con su tercera victoria de autoridad consecutiva en el mano a mano. Quebró a Joanes Bakaikoa (22-9), Jokin Altuna (7-22) y este sábado le tocó la china a Darío Gómez (11-22), al que asaeteó con el saque y el oficio. 

El delantero de Bizkarreta-Gerendiain no encontró esa derecha mandona y eléctrica de las citas precedentes, pero sí que descubrió una versión efectiva con el primer pelotazo, al que dio dirección, metió por la pared del Labrit con velocidad y creó dudas en su contrincante. Máximo rendimiento

Laso gana a Darío en los cuartos de final del Manomanista y acaricia las semifinales. Iñaki Porto

Dudas iniciales

Y también supo sufrir, cuestión esencial en una modalidad extremadamente dura. Así las cosas, el de Ezcaray encajó diez saques, fruto de la presión de un rival con claridad de ideas y mucha sensación de peligro. Pues el navarro no solo aprovechó la jugada inicial, sino que la simple idea de que al tercer pelotazo podía hacer un roto al riojano, bien con el remate o con el látigo, se transformó en una sombra demasiado alargada.

Darío 11

Laso 22


Duración: 52:48 minutos de juego.

Saques: 5 de Darío (tantos 1, 2, 4, 6 y 7) y 10 de Laso (tantos 2, 4, 5, 6, 8, 14, 16, 17, 21 y 22).

Pelotazos: 176 pelotazos a buena.

Tantos en juego: 2 de Darío y 8 de Laso.

Errores: 4 de Darío y 4 de Laso.

Marcador: 1-0, 2-0, 2-2, 4-2, 4-7, 7-7, 7-9, 9-9, 9-14, 10-14, 10-17, 11-17 y 11-22.

Botilleros: Ejercieron de botilleros Asier Gómez (con su hermano Darío) y Jon Mariezkurrena (con Laso).

Apuestas: Se cantaron posturas de salida de doble a sencillo a favor de Laso.

Incidencias: Partido correspondiente a la segunda jornada de la liguilla de cuartos de final del Grupo B del Campeonato Manomanista disputado en el frontón Labrit de Iruñea. Lleno. En el primer partido, correspondiente al Manomanista Serie B, Agirre ganó a Larrazabal (22-20).

Una obligación: restar perfecto. Mal asunto en el mano a mano, donde el saque tiene una importancia capital. Un potro de tortura para Darío, apresurado en acabar el tanto en vez de buscar el peloteo largo; sobre todo, viendo la frescura en el golpeo durante los primeros compases de un partido frío y sin demasiado brillo. Con todo, en los debates largos –los menos–, Darío respondió de tú a tú, pero Laso definió. 

Hubo emoción hasta el 9 iguales y luego monólogo. A Laso le costó entrar. Darío clavó cinco saques en ese tramo. El 3-2, un tanto de 34 pelotazo, fue de lo mejorcito: de poder a poder. El final, para enmarcar: una dejada al ancho del riojano de chistera, frac y vaso de armagnac.

Un final monocolor

A raíz de ese instante, Unai encontró su mejor versión. Jugó recto, cómodo. Cambió el desfibrilador de la derecha por la altura. El campeón de 2022 movió bien la pelota, con inteligencia, con genio, con alma.

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Darío se difuminó. Su diestra, un martillo, se perdió en el vendaval. Cosas del mano a mano. Sumó cinco de sus diez saques en la segunda mitad del partido. Demasiada losa para el riojano, que apenas se desperezó con un par de fallos de Laso.