Con la creación de un Observatorio de Políticas de IA en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico y la propuesta de un Panel de las Naciones Unidas sobre Inteligencia Artificial, ha surgido un debate vertiginoso sobre cómo gobernar la IA. Esto no es simplemente una cuestión de ética abstracta, sino de qué instituciones están mejor situadas para la regulación y la gobernanza