CON los resultados de las elecciones ya encima de la mesa y frustrada la última esperanza del PP con el voto del exterior, lo único que está claro a estas alturas es que va a ser una legislatura movidita. Iba a escribir “divertida”, pero ya veremos. Feijóo ya está teniendo algún problemilla con sus barones, algunos de los cuales cuestionan su liderazgo. Sumar vuelve a lo que era ese espacio, o sea, una jaula de grillos representantes electos de diez partidos, movimientos o espacios. Junts va a ser una olla a presión. ERC también. PNV y EH Bildu, a la (diferente) expectativa. ¿Otoño caliente? Abrasador.