“Es un viaje muy ilusionante. Lo estamos gestionando desde el año pasado y ha ido muy bien”, dice la directora de la coral, Maite Zugazaga. Esta coral oriunda del barrio de Iralabarri de Bilbao partirá al mismísimo Polo Norte para “llevar el folklore vasco” a la iglesia principal de Rovaniemi, Rovaniemen Kirkko. Este viaje viene como celebración de sus 25 años, sus propias bodas de plata cantadas a todo pulmón en el corazón de Laponia.

El concierto ha sido gestionada a través de la embajada de España en Laponia y “han tratado a la coral estupendamente”.

A Laponia viajarán 10 mujeres del grupo Naiskuoro y cuatro niños del grupo más joven de la coral. En total, son 70 personas las que integran esta coral mixta y en torno a 17 niños y niñas. El concierto en la iglesia se celebrará el próximo lunes, día 23, y el grupo de cantantes ya se encuentran camino a Rovaniemi.

“Es un viaje muy ilusionante. Lo estamos gestionando desde el año pasado”

Maite Zuagazaga - Directora de la Coral

La Coral San Antonio de Iralabarri de Bilbao fue fundada por Maite Zugazaga y Jordi Albareda el año 1998 con el apoyo de la Comunidad Franciscana del barrio bilbaino de Irala. Desde su creación ha realizado un importante trabajo que la ha posicionado como una de las más populares en Bilbao y Bizkaia. Lo que se ve como un gran grupo armónico en sonido, es también una gran familia afianzada en el arte de cantar. Y así lo han demostrado con el paso de los años en numerosas presentaciones alrededor del mundo. Desde escenarios en todo el territorio histórico, hasta los del Estado. Siguiendo en Europa por capitales como Budapest, Praga y París hasta cruzar el Atlántico a la icónica ciudad de Nueva York.

Su directora expresa un profundo agradecimiento a todos los miembros de la coral que desde 1998 llevan un trabajo constante y han logrado posicionarse en la capital vizcaina. “Es un trabajo apasionante y gracias al esfuerzo y la ilusión de todos los que formamos la Coral San Antonio, somos un grupo enriquecedor a todos los niveles, muy comprometido y da gusto como hemos ido creciendo poco a poco”, agrega Maite Zugazaga. “Nunca nos imaginamos que podríamos ir a Laponia”, concluye la directora.