Bilbao - ¿Novela histórica o historia novelada? Qué más da. Cincuenta semanas y media en Brighton consigue llevar al lector de la mano del protagonista, Benjamín Solaguren, un bilbaino de 70 años, a un viaje a Inglaterra en busca de la última oportunidad vital, donde revisará la historia de su vida, que es la historia de este país. En el libro de Eugenio Ibarzabal asistimos a un desfile de personajes reales, acompañados de otros ficticios, que acompañarán a Benjamín durante su juventud nacionalista, las difíciles situaciones vividas durante el régimen franquista y su exilio obligado. Benjamín también será testigo del nacimiento de la violencia de ETA. Los lectores de DEIA podrán adquirir mañana esta obra, al precio de 12 euros más el periódico.
Este periodista y consultor, que compartió junto a José Antonio Ardanza cuatro años de intensa vida política institucional, logra, cuestión esta en la que coinciden Txema Montero, Iñaki Aldekoa y Juan María Ollora, ser uno de los escritores que más se han acercado a lo que ocurrió en el nacimiento de ETA. Pero no es solo un libro sobre ETA, también es, en opinión de la periodista Aintzane Bolinaga y la escritora Idoia Estornés, un thriller que atrapa al lector, que va a acabar en un cúmulo de desenlaces inesperados, con dos historias que terminan por unirse en un círculo. Una historia de optimismo, que demuestra que uno puede vivir varias vidas.
Agujero negro historiográfico
El abogado Txema Montero reconoce que se ha leído Cincuenta semanas y media en Brighton de un tirón: “Eso es de agradecer porque yo, que soy un lector bastante aplicado, a veces me trago cada ladrillo, que estoy deseando acabar con ese suplicio. Este libro me ha resultado muy sugerente, en primer lugar porque me interesa la historia de nuestro país y, sobre todo, la de la década los cincuenta y principios de los sesenta, de la que existe un agujero negro historiográfico, y, sin embargo, es donde comenzó todo. De la misma forma que sigo echando en falta una biografía definitiva sobre Ajurriaguerra -el dirigente del PNV que desde el primer momento se enfrentó a ETA-, también echaba en falta un libro sobre esta época, cuya atmósfera ha descrito Ibarzabal magistralmente ayudado de las decenas y decenas de entrevistas que ha realizado en su extensa investigación”.
Confiesa Montero, que capítulo tras capítulo, se ha sentido continuamente tentado a poner los nombres reales sobre los figurados. “Yo era un niño pero recuerdo algunas cosas de mi vida en Deusto de estos años, donde algunos de estos personajes se movían. Además, me ha resultado una labor muy interesante como lector descubrir quién es quién y quién se esconde detrás de los nombres ficticios”.
Admite que le interesa mucho la aproximación que hace Ibarzabal a la atmósfera de esta parte de la historia, “que es fundamentalmente la de Bilbao, porque aquí es donde históricamente han pasado las grandes cosas, es donde se produce la revolución industrial, la acumulación originaria del capital de la olarquía vasca, es donde nace el PNV y donde nace ETA”. “Cada lector tiene una forma de leer un libro -explica- pero para mí, Cincuenta semanas y media en Brighton es un viaje a donde todo comenzó y que nos recuerda con Benja (su protagonista) que el compromiso tiene un precio que siempre se acaba pagando”.
Factor humano
Al ex diputado general de Araba Juan María Ollora, que presentó también el libro en Gasteiz, la novela de Ibarzabal le ha resultado también muy atractiva. “El libro tiene varias lecturas, en primer lugar, es un magnífico fresco de cómo era el nacionalismo bilbaino de esa época. Y es, así mismo, básicamente la historia del nacimiento de ETA, pero también la de muchas organizaciones, porque cuando se produce una lucha por el poder y vienen otros, la historia siempre comienza con ellos. Nunca vale lo que han hecho los anteriores, porque creen que son viejos o que no funcionan. Las cosas sucedieron más o menos así, aunque Eugenio Ibarzabal traslada a los lectores la importancia que tiene en todos estos procesos el factor humano por encima de las explicaciones ideológicas”.
Para Ollora, la novela tiene también otra lectura. “El protagonista, Benja, viaja a Brighton buscando un nuevo modelo de vida a los 70 años. Allí descubrirá el presente y un futuro donde cabe la ilusión de vivir. Además, se adentra en un género, el thriller, que Ibarzabal ha conseguido resolver muy bien. A mí, que leo mucha novela de intriga, me ha parecido una forma de resolverlo magnífica”.
Historias vividas
La trayectoria política de Iñaki Aldekoa (Zornotza, 1940) se inició en la clandestinidad cuando se afilió a EGI, lo cual le ocasionó un año de prisión. El exdirigente de HB compartió cárcel con uno de los Etxebarrieta, José Antonio, hermano de Txabi, sin los cuales no se entendería el origen de ETA. Los Etxebarrieta fueron un icono dentro del entorno del grupo armado y de la izquierda abertzale, por lo que ocupan un lugar destacado en el libro de Ibarzabal y aparecen con sus nombres verdaderos. “A José Antonio le conocí muy bien. Txabi era más joven que yo, pero era muy amigo de uno de mis hermanos. De hecho, mi hermano también aparece en el relato, con otro nombre. Hay personas que están muy bien retratadas, tal y como las recuerdo”, explica Aldekoa.
Para el también fundador de Aralar, Ibarzabal “ha conseguido bucear hasta las raíces de las personas que están en el inicio de todo, y no desde una dimensión ideológica ni política. Su historia es un testimonio humano de aquel contexto. Está muy bien retratada la descripción de las personas, de sus impulsos y motivaciones emocionales e intelectuales, de las relaciones que mantenían entre ellas... ”.
Confiesa este político que ha disfrutado mucho leyendo el libro, “desentrañando la identidad verdadera de los personajes de Cincuenta semanas y media en Brighton; incluso hay algunas pequeñas acciones en las que yo he participado. Por ejemplo, cuando se reparten octavillas e ikurriñas en Begoña. Yo estaba allí, en las escaleras de Mallona, distribuyendo ikurriñas a manos llenas. El protagonista, Benja, es un nombre ficticio, pero es una persona a la que conozco perfectamente, prácticamente de mi edad. Otros son mestizos, mezcla de dos o tres personajes reales”.
Aldekoa considera que Ibarzabal ha hecho muy bien en no entrar en valoraciones, y relatar los hechos sin críticas, dejando a los lectores que saquen sus propias conclusiones. “Algo hay también de esto. Es una especie de humilde legado. Tenemos que contar lo que nos ha pasado, lo bueno y lo malo. Es algo como decir: yo lo he visto así, haz con ello lo que te dé la gana. Saca tu propia opinión”, confesaba el propio Ibarzabal.
La periodista Aintzane Bolinaga se encargó de presentar el libro en Bilbao. Para ella, hay dos partes muy diferenciadas en la novela: “La del origen de ETA, cuyo interés es obvio, pero también está la historia más actual, cuando el protagonista se jubila, se va a Brighton y se plantea qué va a hacer con su vida. Allí decide escribir sus memorias, aprender idiomas y además se embarca en tres aventuras amorosas. A pesar de su edad, no renuncia a la búsqueda de la felicidad. Además se acerca a temas como el maltrato a las mujeres, pero él también es un hombre maltratado...”, opina Bolinaga.
La escritora Idoia Estornés ha acabado la novela de un tirón, “sin parar, a ver qué pasa. El mundo de los aprovechados, los trepas, el treperío inconmensurable que se soltó el moño solo cuando el general que quedó por fin tieso, incluso algo después, queda muy retratado; muy discurrido el hilo conductor, sorpresa tras sorpresa, me ha encantado. Este libro es un testimonio de cómo lo vivimos algunos, cada uno en su rincón, aquellos años que pesaban tanto, plomo en barras. A ver si continúa, quiero más semanas en Brighton”.