Bilbao volverá a saborear este sábado 14 de junio uno de sus eventos más emblemáticos y singulares. Arroces del Mundo, la fiesta intercultural del barrio de San Francisco, reunirá a más de 3.000 personas y 116 grupos en la plaza Corazón de María, epicentro de esta cita que mezcla cocina, reivindicación social y convivencia vecinal.

"Es una iniciativa popular que busca destacar la diversidad cultural del barrio, fomentar la participación y ayudar a la gente, especialmente a quienes a veces se sienten fuera del espacio común", explica Patxi Manrique, miembro de la Coordinadora de Grupos de Bilbao La Vieja, San Francisco y Zabala y testigo directo de su evolución.

Un arroz para conocerse

Hace más de veinte años, con la llegada de personas migrantes al barrio, surgió la necesidad de crear espacios de encuentro reales. "Veíamos a la gente cada día, pero no hablábamos nunca", recuerda Manrique. Fue entonces cuando se plantearon una propuesta festiva, callejera y con un elemento central que uniera culturas: el arroz. "El arroz se cocina en todo el mundo y de formas distintas; es un símbolo perfecto".

La primera edición congregó a apenas 300 personas. Hoy, dos décadas después, se ha convertido en una cita imprescindible con miles de participantes, decenas de nacionalidades representadas y una organización totalmente autogestionada.

Fiesta, cultura y reivindicación

El programa de este año arrancará a las 9.00 horas con el reparto de mesas y sillas para las cuadrillas inscritas. A las 11.00 horas comenzarán talleres para los más pequeños, actuaciones culturales y la preparación de los arroces. La tradicional kalejira reivindicativa recorrerá el barrio con su correspondiente ambiente festivo a las 13.30 horas. A las 14.30 horas tendrá lugar la comida popular y por la tarde, tras el reparto de premios a las 17.00 horas, la jornada se cerrará con actuaciones espontáneas y ambiente festivo.

"Este año haremos especial hincapié en Gaza, porque entendemos que la diversidad también implica solidaridad", subraya Manrique. Desde su origen, Arroces del Mundo ha tenido una ideas claras, denunciando el racismo y la exclusión social, y defendiendo el derecho a una vida digna para todas las personas.

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Más que un concurso

Aunque el concurso de arroces sigue siendo uno de los momentos más esperados, la filosofía del evento va mucho mas allá. "La gente se ha dado cuenta de que lo importante no es el concurso, sino visibilizar la diversidad y universalidad del barrio", destaca la Coordinadora de Grupos de Bilbao La Vieja, San Francisco y Zabala. Y lo cierto es que, en cada cucharada, se mezclan historias, idiomas, músicas y tradiciones que hacen de San Francisco un lugar único.