Desde el mismo momento en el que se certificó la histórica remontada contra el Dijon, el vestuario del Surne Bilbao Basket respira un indisimulado estado de ilusión ante el reto de disputar toda una final de la FIBA Europe Cup ante un rival con pedigrí europeo como es el PAOK Salónica. También se percibe el deseo y la responsabilidad de no dejar escapar una oportunidad única de levantar al cielo un trofeo continental en una eliminatoria decisiva cuyo desenlace arrancará mañana (20.00 horas) en el Bilbao Arena para vivir su gran resolución siete días después en territorio griego. Con los pies en el suelo pero también con plena consciencia de haberse ganado con creces la posibilidad de abrazar la gloria, los hombres de negro quieren dar un primer paso certero con el respaldo de su afición en un partido de 80 minutos que no dudan que será complicado y exigente, pero para el que se sienten “preparados”.
“Notamos que esto es algo histórico”, reconocía ayer Rubén Domínguez,todo ilusión a sus 22 años, en el media day organizado por la entidad de Miribilla. “Es verdad que a nivel de selecciones he tenido la suerte de poder vivir finales o Mundiales, pero con tu equipo se siente algo más especial porque es la gente con la que estás día a día trabajando. Vamos a darlo todo”, destacó un jugador que a lo largo de la temporada ha ido ganando protagonismo dentro de los esquemas de Jaume Ponsarnau. En la misma línea opinaba un Thijs de Ridder que destacaba el gran trabajo realizado a lo largo de toda la temporada: “Llegamos a esta final muy bien preparados, sobre todo desde el punto de vista mental. Hemos tenido que completar todo el recorrido desde la eliminatoria previa contra el Neptunas hasta esta final y llegamos en un buen momento. Ha sido un camino muy largo, hemos sido capaces de ganar casi todos los partidos y de sobreponernos a todos los malos momentos y a las peculiaridades de esta competición y creo que nuestra presencia en esta final es merecida”.
La importancia del primer partido
Evidentemente, nadie esconde que dar un buen arranque a la final conquistando el mejor resultado posible en el duelo de ida tendrá una enorme importancia para poder viajar a Salónica en las mejores condiciones posibles. Así lo expresaba un Melwin Pantzar “muy ilusionado y con enormes ganas” por el hecho de jugar su primera final europea. “Este primer partido va a ser muy importante y vamos a intentar ganarlo. La gente habla mucho de los puntos que podemos necesitar de cara al encuentro de vuelta, pero yo creo que lo más importante es sacar ese primer partido. Es muy importante esa mentalidad que nos inculca Jaume de que esto es un duelo de ochenta minutos. Lo experimentamos la pasada temporada contra Legia Varsovia y esta año ante Tofas Bursa y Dijon. Estas eliminatorias a doble partido son muy largas y hay que saber mantener la tranquilidad, saber que podemos tener 80 minutos o más de final y confiar en el plan de actuación que nos proponga el entrenador”, argumentó.
Mas ambicioso se mostró incluso un Tomasz Gielo consciente de que “ganar esta competición sería un gran impulso para el club y para la ciudad. Evidentemente Bilbao es una ciudad de Athletic, pero también hay un club que se llama Bilbao Basket, que tiene mucha afición y que año tras año está demostrando que pelea por cosas importantes”. El ala-pívot polaco aseguró que “llegamos bien a esta cita. Nos frustra un poco la derrota en Andorra, pero después del encuentro estábamos en el vestuario y Jaume y el resto del cuerpo técnico nos mandaron ya un mensaje muy claro de que tocaba limpiar la cabeza porque ahora llega lo más importante, que es esta final. Sería fácil decir que es un partido como cualquier otro, pero no es así. Sabemos que vamos a tener un apoyo increíble en Miribilla por parte de nuestra afición y pienso que juntos, como un colectivo, podemos dejar una buena imagen. Para mí el objetivo debe ser ganar ambos partidos, no puedes salir pensando que el primer duelo, al ser en casa, hay que ganarlo con un margen suficiente para luego defenderlo en el segundo. Al final, yo prefiero ganar los dos partidos por un punto y llevarnos el título que hacer un gran partido en casa y luego perderlo. Queremos ganar ambos partidos y esa debe ser nuestra mentalidad estas dos semanas”.
Hlinason, a animar como uno más
Por su parte, Tryggvi Hlinason sigue el proceso de recuperación de la lesión muscular que sufrió en Dijon y su objetivo es estar disponible para poder echar una mano a sus compañeros en el choque de Salónica. Para el duelo de ida, tiene muy clara su función: “Lo primero que debo hacer ahora es animar al equipo, que es lo que tenemos que hacer todos los que vengamos a Miribilla el miércoles. Tengo toda la confianza de que vamos a hacer un trabajo muy bueno. Seguro que con la energía del público iremos a Grecia con un buen resultado”, dijo.