El Athletic, un fenómeno que trasciende de lo deportivo, una especie de religión con devotos de toda índole, ha provocado históricamente daños colaterales, económicos y de seguimiento, en el resto de clubes de Bizkaia que compiten al máximo nivel en otros deportes. Uno de ellos ha sido el Bilbao Basket. A las puertas de poder lograr su primer título de su historia, conviene recordar en el escenario en el que se mueven los hombres de negro para poner en valor lo que puede conseguir el equipo dirigido por Jaume Ponsarnau. En plena celebración de sus 25 años de existencia, la entidad de Miribilla está a dos partidos de lograr el primer título de su historia. Hace doce años Charleroi quedó como un mal recuerdo deportivo y ahora llega una segunda oportunidad, tercera si se cuenta la final de la ACB disputada en 2011. En el camino, un amago de desaparición, con las cuentas en rojo, y una resurrección de aplaudir.

Pase lo que pase ante el PAOK Salónica, un histórico del baloncesto europeo, el Bilbao Basket y su afición tienen que estar contentos. Pero esa marea negra que acompaña fielmente a su equipo desde los tiempos de La Casilla quiere más. Y el hermano 'pobre' de Bizkaia ha demostrado que tiene la madurez necesaria para asaltar el infierno griego. Quién dijo miedo.

Con una plantilla de las más baratas de la Liga Endesa (el trabajo en la sombra de Rafa Pueyo es de destacar), el conjunto vizcaino se va a medir a un rival que maneja un presupuesto de otro nivel. Basta con recordar la cuantiosa prima que el máximo accionista de la entidad griega, Ivan Savvidis, ha prometido al vestuario 250.000 euros. El polémico dirigente, amigo de Vladimir Putin y que saltó a la fama por parar un partido del equipo de fútbol, acompañado de su guardia pretoriana de escoltas y luciendo una pistola debajo de la chaqueta, va a echar la casa por la ventana para motivar a los suyos. Por lo que parece que la FIBA Europe Cup, una competición infravalorada por algunos, motiva también, y mucho, a los de Salónica. La cancha del Palataki será una auténtica caldera, pero en la ida, en Miribilla, el ambiente también será extraordinario. Remontadas inauditas como la registrada ante el Dijon en cuartos seguro que han puesto en alerta a los helenos.

Mirando al banquillo del Bilbao Basket, con el patrón Jaume Ponsarnau, uno puede estar tranquilo. El de Tàrrega no es un técnico mediático, ni suele meterse en charcos. Un tipo normal que en los tiempos que corren llama la atención. Y qué decir de Javi Salgado. Leyenda del club, ahora, como segundo entrenador, puede ganar lo que no logró sobre la cancha. Un título europeo está a ochenta minutos, el segundo para un club vizcaino, ya que no hay que olvidar la EuroLiga 1 que ganó el Bidaideak Bilbao BSR hace seis años. Algo que ni el Athletic ha conseguido por el momento.