La de ayer fue una tarde-noche de transistores, de esas que añoran los más clásicos pero que en los días que corren quedan reducidas a un puñado de jornadas, mínimas a decir verdad, y concentradas únicamente del tramo final de la temporada. Y lo fue porque el Athletic jugaba una especie de doble partido, a unos pocos kilómetros de distancia además, los que separan la ciudad de Getafe y el barrio de Vallecas. Allí recibió el equipo de Iñigo Pérez al Betis y en la localidad del sur de Madrid el conjunto rojiblanco se vio las caras con los azulones, una cita que comenzó media hora después de que finalizara el choque entre madrileños y andaluces. Y como quiera que el Rayo se dejó empatar en la segunda mitad pese a llegar al descanso con un 2-0 favorable, el Athletic sabía que su clasificación directa para la Liga de Campeones debía ganársela por sus propios méritos. Y lo hizo ganando al Getafe en un partido que no pasará a la historia por su belleza, pero sí al menos en clave rojiblanca. Porque los leones son ya de Champions.

En medio de este calendario loco, con en el que para colmo hay a quien le parece una excelente idea poner partidos entre semana a las 21.30 horas, todo sea por favorecer la afluencia de los más jóvenes a los estadios… Athletic y Getafe parecieron querer minimizar daños, de inicio al menos. Vistos los resultados de la jornada a ambos les venía bien sumar un punto y, por lo general, cuando algo así puede ocurrir acostumbra a darse una X en la quiniela. Pero el conjunto rojiblanco volvió de vestuarios con aires inconformistas y gracias a dos zarpazos, de Gorka Guruzeta y Dani Vivian, selló su pase a la máxima competición continental de clubes, porque el Betis ya no puede darle caza en la clasificación, y mantiene su pulso con el Villarreal, al que aventaja aún en tres puntos y tiene el gol average ganado.

No puede pasarse por alto, eso sí, que lo visto en la primera parte no invitaba a un feliz desenlace, similar como el de anoche. El Athletic se ahogó en sus buenas intenciones, que fueron muchas, pero le faltó muchísimo acierto para que sus pretensiones llegaran a buen puerto. Demasiados balones perdidos, pases dirigidos a la nada por una preocupante falta de puntería, cuando no resultaban envíos imposibles para el receptor, de los que también se contabilizaron un buen puñado de ellos en la primera mitad, que resultó insufrible.

La segunda mitad fue otra cosa, menos mal. El equipo salió más valiente, creyó en que podía hincarle el diente a un Getafe que hace tiempo dejó de morder pese a tener a José Bordalás en el banquillo. El Athletic olió sangre, fue poco a poco volcándose con más peligro sobre la portería de David Soria y, si bien le faltó puntería en algún remate, Guruzeta se quitó todos los fantasmas de encima con un certero remate que tocó en el palo antes de cruzar la línea de gol. En medio de pitos del público local y con mucha gente abandonado el campo, Vivian puso la puntilla y el Athletic está ya en la Champions.

Once años después, de nuevo con Ernesto Valverde en el banquillo, y también con Óscar de Marcos, aunque el capitán abandona el barco con el equipo en buen puerto, la música de la Champions volverá a sonar en San Mamés. El Athletic lo logró una vez más en Madrid. Si en 2014 lo consiguió en Vallecas, también después de sumar los tres puntos y a falta de dos jornadas, anoche tocó unos pocos kilómetros más al sur, en Getafe. Otro lugar, de habitual peregrinaje para la afición rojiblanca, que ayer se volvió a dejar ver en buen número, que ahora guardará un pequeño lugar en la historia del club bilbaino. Toca disfrutar. ¡Athletic Champions League!

La cifra

6

El Athletic disputará la próxima temporada por sexta vez la máxima competición europea de clubes. El conjunto rojiblanco se estrenó en la campaña 1956-57, repitió después en sendos cursos consecutivos: 1983-84, 1984-85, jugó también en la campaña 1998-99, el año del centenario, y en la temporada 2014-15.