Los jugadores del Athletic aplauden a los seguidores athleticzales en El Sadar.EFE
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Qué manera de acabar un año para la historia. Qué forma de competir la de este Athletic, que cierra el 2024 con un nuevo triunfo, esta vez ante Osasuna en el tercer derbi de la temporada, y se asienta aún más en la cuarta plaza. De manera sufrida, muy sufrida incluso, sí, pero esa es la seña de identidad de un equipo al que cuesta un mundo batir. Que se le pregunten al conjunto rojillo, que se adelantó en el marcador, que se las traía muy felices por aquello de haber obtenido una bonita renta que llegó de una falta inexistente, y que competía ante su animoso público. Pero ni con esas. La tropa de Ernesto Valverde está a otro nivel. Le faltó el brillo de otras ocasiones, sí, pero generó ocasiones suficientes como para acabar mereciendo la victoria, como así acabó siendo, y para poner el colofón perfecto a un 2024 que ya es histórico gracias a la consecución de la Copa, con la que se puso fin a cuatro décadas de sequía.
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Después de empatar el domingo pasado ante el Alavés en una cita cuyo empate fue adquiriendo más valor con el paso de los días y los resultados del resto de equipos inmersos en la pelea europea, el Athletic dispuso de una semana limpia para preparar la visita a El Sadar. Y en esas, en una tesitura que apenas se ha repetido a lo largo de una temporada que está siendo muy cargada, con partidos prácticamente cada tres días, los leones parecen imparables. Y así lo demostraron frente a Osasuna.
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La cita, muy animada en la primera mitad y menos vistosa tras la reanudación, parecía decantarse hacia un empate, pero ahí asomó la figura de Alex Berenguer, un tipo oportunista donde los haya, para batir a Sergio Herrera con un zurdazo ajustado que golpeó en el palo antes de superar la línea. No celebró el gol por respeto a la que fue su afición, que le recibió con pitos. Fue uno de esos tantos amargos para quien lo marca, pero la alegría seguro que fue por dentro.
El gol del navarro cerró el encuentro, en el que Valverde se vio obligado a poner a sus torres, dando entrada en los minutos finales a Yeray Álvarez y Mikel Vesga, para reforzar el área ante el ímpetu de un Osasuna que murió en la orilla. Un rival combativo, al que el Athletic tuvo controlado de inicio, pero que se metió en el partido en la primera mitad tras unos minutos embarullados. De un penalti por mano en el área de Osasuna se pasó a una falta, clara, eso sí, de Iñigo Ruiz de Galarreta sobre Aimar Oroz en el centro del campo. El árbitro no dudó tras ver la jugada repetida en el VAR y unos instantes después se inventó una falta de Nico Williams en el costado del área que acabó con el tanto de Lucas Torró tras un mal despeje de Galarreta.
El gol pareció desentonar al Athletic, pero asomaron en ataque Iñaki Williams y Gorka Guruzeta, que se inventó un excelente remate a centro del atacante bilbaino para poner la igualada y volver a meter en el encuentro a su equipo. Logrado el empate, quedaba lo más difícil, terminar de darle la vuelta al marcador. Y aunque se hizo derogar, pues el tanto de Berenguer no llegó hasta el cuarto de hora final, pero los rojiblancos terminaron por dar forma a su tercera remontada del curso, tras las firmadas ante el Ludogorets y el Rayo Vallecano.
Gracias a la victoria ante Osasuna, el Athletic se asienta en la cuarta posición. Cierra el año y la primera vuelta en puestos de Champions, con una renta suficiente como para que ninguno de sus perseguidores le pueda dar caza cuando le igualen en partidos disputados con el inicio de 2025. Además, aumenta su racha de partidos consecutivos sin perder hasta los catorce, igualando la del curso pasado, y suma 36 puntos en 19 partidos, dos menos que los que consiguió en el mismo número de partidos de la pasada temporada. Un colofón perfecto a un 2024 para la historia.
La cifra: 36
El Athletic cierra el año y la primera vuelta de LaLiga con 36 puntos, dos menos que los que sumaba el curso pasado a estas mismas alturas del calendario, que le mantienen en la cuarta posición, de la que no le descabalgará ninguno de sus rivales cuando disputen la jornada que tienen pendiente.