El extraño clima, y no precisamente el meteorológico, a pesar de que llovió de lo lindo en la fría tarde de ayer en Bilbao, que rodeó al choque ante el Villarreal, no tuvo refrendo en el resultado final de un partido muy disputado entre dos rivales llamados a competir por los mismos objetivos esta campaña. Un partido que llegó precedido por la denuncia impuesta por el presidente del Athletic, Jon Uriarte, tras ser amenazado a la conclusión del choque del pasado miércoles frente al Real Madrid, así como la huelga de animación de la Iñigo Cabacas Herri Harmaila, cuyos miembros quisieron mostrar de esa guisa su malestar por lo que entienden que es una persecución hacia el colectivo. Por fortuna para el equipo bilbaino, los asuntos extradeportivos no tuvieron afección alguna al apartado puramente futbolístico y, pese al extraño ambiente, los tres puntos se quedaron en San Mamés para cerrar una semana redonda.
El conjunto rojiblanco impuso su ley gracias a su mayor atino en las áreas, especialmente en la del Villarreal, para lograr su tercera victoria en liga en solo ocho días y la quinta consecutiva entre el torneo de la regularidad y la Europa League. Un triunfo que le asienta en la cuarta posición, en puestos que dan acceso a la Liga de Campeones, y que le deja a solo seis del liderato, en manos del Barcelona, y con el mismo margen de ventaja sobre el submarino amarillo, que es quinto, si bien cuenta con dos partidos menos.
El Athletic ha hecho de su efectividad ante la portería rival una de sus mayores virtudes, que no la única, toda vez que también supo sufrir, defender junto y arropado en una cita en la que el equipo de Marcelino García Toral, que sigue sin ganar a su exequipo en San Mamés y ya van once visitas con la de ayer, le puso en apuros en algunos momentos del encuentro.
Todo le va de cara al equipo bilbaino en el plano deportivo, en el que varios de sus futbolistas gozan de un envidiable momento de forma. Mención especial merece Oihan Sancet, un jugador diferencial que ha asumido la responsabilidad de amargarle la existencia al rival que se le ponga por delante. Ayer domingo fue el Villarreal quien sufrió con la inspiración del navarro, que recibió entre líneas para llevar el caos a la zaga rival. Se asoció a las mil maravillas con sus compañeros de ataque, jugando siempre hacia adelante, y si el equipo no llegó al descanso con una mayor renta que la lograda con el tanto de Aitor Paredes fue porque al Athletic le faltó más lucidez y claridad de ideas en los metros finales.
Si Sancet, quien ayer repartió su primera asistencia de un curso en el que suma ocho goles es el faro del equipo en ataque, con permiso de los hermanos Williams, Dani Vivian se ha ganado por méritos propios la condición de líder de la defensa. Está pletórico el gasteiztarra, al que le tocó multiplicarse en algunas acciones cerca de su área para evitar males mayores. Si a estos dos se le suma el trabajo incansable de Iñaki Williams en banda derecha, la inteligencia de Ruiz de Galarreta sobre el verde o la segunda juventud de Óscar de Marcos, la ecuación da por resultado un Athletic de Champions.
Cuarta posición histórica
El triunfo frente al Villarreal, además de suponer la quinta victoria consecutiva, con pleno de victorias tras el último parón por los compromisos de las selecciones (cuatro encuentros de liga y uno de Europa League) sirvió para que los rojiblancos recuperaran la cuarta posición histórica de puntos en el torneo de la regularidad. Con los tres que sumados ayer, el Athletic (3.767) superó al Valencia (3.765) en un ranking que lidera el Real Madrid, con el Barcelona en el segundo puesto y el Atlético de Madrid cerrando el podio.
La cifra
26
El Athletic se despidió ayer de San Mamés hasta 2025 y cerró ante su público un 2024 que ha sido histórico. El conjunto rojiblanco ha disputado en casa un total de 26 encuentros (19 de liga, 3 de Copa y 3 de Europa League) que se han saldado con un balance de 17 victorias, 7 empates y tan solo 1 derrota.