El Global Tour que realizará Pablo Alborán en 2026 arrancará en el Bilbao Arena de Miribilla el próximo 2 de mayo y recorrerá el Estado y varios países de América y Europa . El cantante malagueño, ahora también actor en la serie de Netflix Respira junto a Blanca Suárez, Aitana Sánchez–Gijón y Najwa Nimri, adelanta que cantará todos sus éxitos y presentará su nuevo disco, Km0 (Warner). “La página en blanco va a estar siempre ahí, lo importante es que no lo esté tu vida. Siento que la estoy devorando”, explica el músico, que este viernes participó en la final del concurso La Voz.
Ajetreado, ¿eh?
(Risas). La verdad es que no paro, estoy con un ritmo este año… Surgen las oportunidades y las tomo porque estoy con mucha motivación. Eso sí, mi familia está un poco preocupada, pero lo disfruto tanto que estoy feliz aunque a veces me arrepienta de no decir no.
El título del disco parece aludir a un reinicio, a poner el reloj a cero.
Todos los discos son un Km0, pero alude también a las cosas que me han pasado este último año, con un familiar que ha tenido un trasplante de médula que he vivido muy de cerca, acompañando en todo el proceso. Es como vivir una segunda oportunidad, no solo para la persona enferma, sino para todos. La vida nos ha sacudido y al sentarme a componer y vivir mi día a día he notado que han cambiado muchas cosas. He puesto el contador a cero porque no siento ni vivo de la misma manera. Mi sensación es que estoy devorando la vida, con ganas de disfrutar, de pasármelo bien y de aprovechar cosas que me siguen pasando después de 15 años y que antes igual no las disfrutaba tanto.
El ser humano suele recapacitar tras vivir momentos intensos.
Tienes razón, pero va más allá; incluso es algo físico. Cambié de equipo y me dije de qué manera quería vivir, aprovechando cada momento con mi familia y disfrutando de mi trabajo. Y que cada error sea mío, no de un socio o un mánager. Son pequeñas tonterías que me hacen vivir de manera más saludable. Y a la hora de hacer el disco hablo de la fama y de mi vida como ser humano y artista de manera más contundente y con menos filtros. Y es un disco muy puro en lo musical, como volver a cuando cogía una guitarra o tocaba el piano a solas.
¿Sufre ante la página en blanco?
Cuando vives, tienes cosas que contar. Si no sales de tu zona de confort, te repites. Hay que vivir, salir, caerse, levantarse, enamorarse, desenamorarse, meter la pata… La página en blanco va a estar siempre ahí, lo importante es que no lo esté tu vida. Al parecer, tenía muchas cosas guardadas que necesitaba contar y cantar. Y la página en blanco da miedo, pero es un reto. Y a mí, me ponen (risas).
Cada verso de sus canciones parece hablar de usted.
Siempre hay una parte de mí, pero no toda; también de cosas que me gustaría que me pasaran y otras que les han sucedido a otros y me inspiran. No hablaría de celos, amor o del dolor si no lo hubiera vivido. No sería honesto.
Le canta a la libertada y a huir del ‘clickbait’, de tanta noticia falsa, flashes, veneno y deseos de fama.
Total, lo he vivido y sufrido. Ese es el primer tema que escribí. Me siento cómodo en el terreno de las emociones y me inspiraron la rabia y la impotencia, no solo como personaje público, también como espectador que no sabe qué creerse al ver una noticia. Soy fan de la ciencia, la astrología y la astronomía, pero dudo cuando dice algo la NASA. Con tanta IA no sabes qué creer. Es agotador y dado que la música es mi medio, saqué mi rabia en esa canción. Es una crítica a este ritmo que llevamos, a esta obsesión por la notoriedad y el like, y un homenaje a quien te mira a la cara, que es cada vez menos.
Abre el disco así: “muchos dicen que me conocen, pero no tienen ni idea de quién soy”. ¿Quién es realmente?
La gracia es que ni siquiera yo sé quién soy al 100%; nadie lo sabe. Catalogamos todos, no cambiamos de opinión, todo se polariza… Es una crítica a eso. Conocer todos nuestros recovecos sería un aburrimiento, queda mucho por descubrir y nos podemos equivocar y aprender a diario. Y no pasa nada por dudar, quien no lo hace seguro que no lo tiene todo tan claro; y se pierden muchas cosas.
Le canta a las sonrisas, el disfrute, el mirarse a la cara…
Así soy más feliz, y el equipo que tengo ahora me lo facilita. Es una cuestión de actitud, por eso este disco es un homenaje a ella, en lo bueno y en lo malo. La vida no es color de rosa siempre. Además, no cuesta nada estar más pendiente de la alegría del otro aunque es más fácil hacerlo si tú estás bien.
“No nos ha ido mal porque no esperaba tanto”. Otra confesión.
Efectivamente (risas). Es guay vivir sin esperar nada a cambio. Sabes que lo peor que te va a pasar es que te vas a morir, pues el resto depende de cómo te lo tomes. Este disco es un tributo a la vida, como se refleja en Planta 7, un homenaje a nuestros médicos y a la sanidad pública, que ahora está en huelga. Ellos nos hacen la vida mejor y nos salvan, no podemos olvidarnos de ellos.
En ella está la guitarra de Vicente Amigo.
Es un referente y tenerlo en el disco es un pasote. Vino a casas de mis padres, quería ver dónde había escrito mis primeras canciones. Era zulo, ahora un garaje abandonado, pero quiso escribirlo allí.
Es su disco más contemporáneo.
Así es, es salvaje y clásico a la vez. Mete un blues country con una bulería flamenca, una salsa, algo electrónico y urbano medio raro, algún experimento, baladas clásicas casi bolerísticas… No piden permiso. Me muevo siempre entre hacer cosas inesperadas y otras más seguras, en la emoción de la balada y el piano y voz. A día de hoy, los discos tienen que tener un poco de todo. Los míos son difíciles de catalogar, es lo que hay (risas).
¿Se siente más libre y valiente que nunca?
No sé… mi actitud retroalimenta la de los demás. Sonrío a quien me sonríe, intento como con el boca a boca, una cadena… Estoy feliz y con gratitud.
¿Qué me puede adelantar de la gira 2026?
Empiezo en Bilbao porque me gusta arrancar en lugares con familiares o que tengan que ver con mi vida. Allí tengo a mi cuñado. La gira tendrá las canciones más importante de mi carrera, mucho ritmo y un show muy dinámico pero, a la vez, emocional y puro. Habrá espectáculo, pero también mucha música con grandes instrumentistas. Queremos transmitir mucha emoción, que no es incompatible con el show.
Se ha hecho actor. ¿Algo accidental o tenía esa pasión escondida?
Desde pequeño tenía esa mosca detrás de la oreja. Hace cuatro años me contactó un representante de cine y me tentó. He tenido un proceso de formación y después me llamaron de Respira. Hice el casting y me llamaron para la primera temporada, pero estaba en gira. Ahora, sí, estoy en la segunda. Ha sido brutal, un sueño estar acompañado por esas actrices. Acojonado al principio, pero me han tratado con cariño y respeto. He notado más compañerismo que en la música. Crear el personaje es más de equipo, de compartir.
¿Dónde está el techo? Lo pregunto porque canta “yo no quiero nada más que hacernos viejos”.
Después de la gira de 2026 sí pararé un poco (risas). Espero que haya una tercera temporada de la serie; y si no la hay, estar en otros proyectos como actor, tarea para la que sigo estudiando. No sé… lo que venga. Y sigo escribiendo canciones.
En ese ‘Si quisieras’ le canta de la honestidad. Da la imagen de buen tipo.
No pretendo ser el malote de la clase (risas). No lo he sido nunca y ahora, con 36 años, a quién voy a engañar.
Lo decía porque Robe, prototipo del chico malo, ahora resulta que gustaba a todo el mundo.
Eso pasa siempre, es tremendo. Si el artista se va, la compañía saca discos, los compañeros hacen versiones… He tenido compañeros de gira que me hablan maravillas de Robe aunque no tuve la suerte de conocerlo; sí su obra. Lo importante es mantener su recuerdo intacto a través de su música. Y resaltaría su integridad, en el discurso y sus actos. Solemos hablar más de lo que hacemos; él no.
Por cierto, como andaluz, ¿qué tal cuenta?
¿Por lo de Feijóo? Cuento por bulerías, por fandangos y malagueña (risas). Hay que ver, menudas torpezas. Quiero entender que es un error de cálculo, nada más.
¿Algún mensaje directo para su gente de Bilbao?
Que tengo unas ganas enormes, que allí siempre aprendo y como algo nuevo, y que disfruto de un publicazo. Me siento como en casa.