L anuncio de la renovación del contrato de Unai Nuñez ha ofrecido su punto sorprendente. Se trataba de una noticia inesperada y la Junta Directiva presidida por Aitor Elizegi la ha guardado con celo, en una profunda discreción que buscaba dar un golpe de efecto en un momento nada sencillo para la entidad bilbaina, tanto en el matiz deportivo como en el económico. El transcurrir del conjunto de Gaizka Garitano en liga ha generado muchas críticas e incluso el técnico asume que el partido del lunes frente al Betis posee carácter de ultimátum, mientras que la pandemia del covid-19 ha mermado los ingresos en Ibaigane, lo que ocasiona sus incertidumbres a corto y medio plazo. Por ello, el acuerdo alcanzado con el central portugalujo se entiende como un momento para sacar músculo y fortalecer el proyecto deportivo, precisamente cuando se debería estar a las puertas de la celebración de la Asamblea General de Socios Compromisarios que, como se sabe, suele estar marcada por asuntos como el desvelado en la mañana del martes.

Elizegi ha hilado fino en estos casos, sobe todo cuando le ha tocado gestionar las revisiones contractuales de jugadores referencia. El verano de 2019 fue activo en esta política, porque en un margen de pocos días cerró las operaciones de Yeray Álvarez, Raúl García e Yeray ÁlvarezRaúl GarcíaIñaki Williams, tres piezas claves en el proyecto. El central firmó el 18 de julio del año anterior un nuevo documento que le relaciona con el Athletic hasta el 30 de junio de 2026 con una cláusula de rescisión de 70 millones de euros, con lo que blindaba a uno de los fijos de Garitano. Pocos días después, le tocó el turno al de Zizur Mayor, que se comprometió hasta el 30 de junio de 2021 sin cláusula de rescisión, cuando al anterior la tenía cifrada en 40 millones. El 12 de agosto posterior se conoció otro golpe de efecto con la renovación de Iñaki Williams, al que el club le tiene atado hasta el 30 de junio de 2028, cuando el jugador tenga los 34 años de edad cumplidos, con una cláusula récord en la institución de 135 millones de euros. Sin embargo, el primero en pasar por el despacho de Elizegi fue Asier Villalibre, que el 24 de mayo de 2019 firmó hasta 2023 con una penalización de 50 millones.

Este año 2020, marcado por la crisis sanitaria y por los tres meses sin competir entre marzo y junio, también proyecta frutos en las negociaciones llevadas a cabo en Ibaigane. El movimiento que más impacto ofrece fue la renovación de Unai Simón el pasado agosto, ya que el guardameta, habitual ya con la selección española de Luis Enrique, se comprometió con el Athletic hasta 2025 sin cláusula de rescisión, una vía que abrió la anterior Junta Directiva de Josu Urrutia en el caso de Iker Muniain y que la actual Junta acentúa en sus últimos acuerdos, como el d Unai Núñez. Con anterioridad al del portero de Murgia, el club hizo efectiva la opción de Jon Morcillo, una de las sensaciones de los leones del presente curso, que el pasado mayo firmó hasta 2023, el mismo recorrido que tiene Dani Vivian, sobresaliente en su cesión en el Mirandés.