El próximo sábado, 1 de julio, con la llegada deTour de Francia a Bilbao, se espera que la ciudad se llene de visitantes que coman, duerman y disfruten de las miles de posibilidades que ofrece la villa. Las previsiones son buenas, sin embargo, los bares y restaurantes de la capital vizcaina no han notado que el número de sus reservas haya aumentando de forma significativa para este próximo fin de semana. Los preparativos que están llevando a cabo los hosteleros no difieren de otro fin de semana de verano, no más allá de tener que ser más previsores de lo habitual en lo que al abastecimiento se refiere, ya que las entregas de los proveedores se verán afectadas por los cortes de tráfico que se efectuarán. 

Será desde el próximo jueves cuando se empiecen a notar las afecciones al tráfico principales zonas perjudicadas serán el perímetro de San Mamés y el Parque Etxebarria, que permanecerá cerrado a los peatones porque será ahí donde estará situada la zona técnica del Tour. En total, serán 50 los cortes de tráfico que se harán notar en la villa y estos afectarán de forma directa al sector hostelero. “Los camiones van a estar sin venir desde el jueves, por lo que nos estamos preparando con más género para poder dar respuesta a la clientela”, señalan desde el restaurante Zurekin. Sin embargo, aseguran que este aumento del género viene dado exclusivamente por las restricciones al tráfico ya que “las reservas siguen siendo las mismas”. “Es probable que la gente venga de forma esporádica, que vengan a ver si hay sitio, pero no hay más reservas”, relatan. 

Lo mismo indican desde el restaurante Nido. “Sí que están cogiendo hoteles y reservando dónde dormir, pero de momento, para comer no hemos notado que se aumenten las reservas. Tampoco creo que nos vayamos a ver desbordados con la afluencia que pueda haber, será como un día más. Porque llegue el Tour no vamos a hacer ni un horario diferente ni nada especial”, apuntan. En su caso, señalan que los cortes de tráfico les afectarán en el suministro y también a los propios trabajadores a la hora de ir y volver a sus casas. “Esto tendrían que aprovecharlo para pensar en la hostelería durante todo el año, porque cuando se sale de trabajar no hay transporte público. Dan prioridad a que los chavales vayan de fiesta o a un partido de futbol y no a que los trabajadores vayan a trabajar en el día a día”, denuncian. 

En este sentido, los trabajadores del restaurante Yandiola también se verán afectados, quienes se tendrán que “buscar la vida” para ir y venir debido a los cortes. En su caso, señalan que “esta semana es una de muchos eventos en la que independientemente del Tour tenemos mucho trabajo”, aunque sí que han notado alguna reserva, sin llegar a ser nada desbordante. “Hemos reforzado los equipos por lo que pueda venir, hay alguna reserva más. La previsión es que se trabaje bien este fin de semana”, explican. 

En el Pentxo tampoco se siente la llegada del Tour. “Nosotros estamos llenos, como siempre, el teléfono ha sonado como todas las semanas”, indican. Lo mismo ocurre en el restaurante Trueba, las reservas no han aumentado, aunque en su caso, quienes tenían pensado comer este próximo fin han reservado con más antelación “por si acaso”. “Todos los sábados trabajamos muy bien con la gente de Bilbao y tenemos lo que solemos tener otras semanas”, explican. “Quizás la gente vaya a comer en la calle, más estilo pintxos”, elucubran. 

DE PINTXOS

Sin embargo, aunque esta posibilidad puede darse, en los bares de la Plaza Nueva donde reinan los pintxos tampoco se está notando un aumento de reservas ni esperan una avalancha de gente. Así lo explican en el bar Charly: “Estamos cogiendo más género que otras veces, pero no por la afluencia de gente sino por los cortes que va a acarrear el Tour. No estamos haciendo nada especial, no esperamos que sea nada diferente a un fin de semana de verano aquí en Bilbao”. 

En el Toma y Daka tampoco habrá una revolución, ya que será el equipo habitual quien trabaje este fin de semana sin visos de que las reservas aumenten de forma exponencial en los días restantes. “Somos un equipo de 10 personas y somos los que trabajaremos ya que no hemos notado más reservas, aquí es lo mismo de todos los meses”, señalan. 

Aunque el “efecto Tour” no está siendo abrumador en bares y restaurantes, hay quien acoge la llegada de la Grand Départ con los brazos abiertos reinventándose para este evento especial y es que “todo suma”, señalan desde el restaurante alemán Ein Prosit, que cuentan con “alguna reserva más de las habituales”. Ellos lo tiene claro, la llegada del Tour a Bilbao es un gran evento y hay que hacer algo especial. “Vamos a sacar una salchicha especial con motivo del Tour”, anuncian. Será mañana cuando la lancen al público, siendo esta novedad parte de su estrategia para intentar que el equipo alemán Bora del Tour de Francia se acerque hasta su establecimiento, decorado a conciencia para la ocasión.