Estos días la paz habitual de la que disfrutan las ocho monjas del Monasterio de Nuestra Señora del Pilar de Basurto se ha visto interrumpida por el goteo constante de llamadas, felicitaciones y medios de comunicación. Nadie se ha querido perder la oportunidad de conocer de cerca la labor de las Clarisas Capuchinas de Bilbao que han sigo galardonadas con un 'Solete' en la última entrega de la prestigiosa Guía Repsol. Este reconocimiento valora el trabajo de aquellos establecimientos que, sin ser de alta cocina, destacan por su autenticidad, encanto, buen ambiente y propuesta apetecible y asequible.
Un premio que ha revolucionado su labor habitual. Aunque la Navidad todavía no ha llegado y queda un mes para el Día de Reyes, las hermanas han tenido que adelantar la fecha de inicio de elaboración de roscones por el alto volumen de pedidos. "Desde que recibimos el reconocimiento nuestro día a día ha cambiado. Nosotras damos prioridad a la oración, pero estos días todo son llamadas. Antes podíamos dejar cosas para el día siguiente, pero ahora tenemos que estar más al día y no podemos hacerlo", explica Sor Esperanza.
Una gran sorpresa
Las ocho monjas Capuchinas, procedentes de México, Kenia, India y próximamente de Madagascar, se muestran "muy contentas y emocionadas" por el 'Solete' recibido, aunque reconocen que no se lo esperaban. "Nosotras trabajamos para la gente y para nuestro propio sustento, pero nunca nos esperamos que esto fuera a pasar", cuenta la hermana Esperanza. "El vicario de religiosas, Don Ernesto de Bilbao, llamó a la madre para felicitarla. Ella no sabía de que se trataba y se quedó sorprendida", añade.
Desde entonces han recibido numerosas felicitaciones y, "gracias a Dios", pedidos que se suman al alto volumen habitual de estas fechas. "Sobre todo hemos notado un aumento en el pedido de los roscos. En un día hacemos unos 6 o 7 además de un montón de magdalenas, de las que estamos haciendo el doble de lo normal", explican.
A pesar del gran trabajo de estos días, en el obrador reina una sensación de paz y tranquilidad. Las hermanas se afanan en rellenar los moldes de las magdalenas y dar forma a los roscones para después decorarlos, hornearlos y ponerlos a la venta. Todo lo elaboran ellas mismas con mucho cariño y lo recaudado lo utilizan para su propio sustento. "Lo que más compra la gente son bizcochos, magdalenas, tejas y pastas de té", comenta Sor Esperanza. Además, han notado un aumento de la venta de coronillas de Begoña, pastas de San Mamés o rosquillas.
A raíz del éxito cosechado, estas Capuchinas han recibido numerosas llamadas de felicitación e incluso gente que se ha acercado en persona para darles la enhorabuena. "Hay vecinos de la zona que llevan 40 años viviendo en el barrio y que no sabían que estábamos aquí. Ha sido a raíz de haber recibido este reconocimiento cuando nos han ubicado y nos han felicitado", apuntan.
Dedicación plena a la oración
A pesar de que la repostería es lo que les ha llevado a recibir el 'Solete' de la Guía Repsol, esta actividad ocupa solo una pequeña parte del día de las hermanas clarisas. "Nos levantamos a las 06.00 de la mañana y a las 07.00 entramos a la oración donde estamos hasta las 09.45horas. Hacia las 10.00 empezamos el trabajo en el obrador y sobre las 12.00 rezamos el Angelus mientras estamos trabajando para aprovechar el tiempo. Luego a las 13.45 es la hora de la comida donde aprovechamos para hablar y desestresarnos sobre todo estos días que tenemos tanto trabajo", señal la hermana Esperanza.
Tras una intensa mañana, las ocho monjas del Monasterio de Nuestra Señora del Pilar se toman un descanso de 40 minutos antes de volver a la oración, su verdadera vocación. Su día de labor termina sobre las 20.15 cuando cenan y se acuestan para continuar con sus tareas al día siguiente.
La fama les ha llegado de repente, pero las hermanas clarisas de Basurto no descuidan su labor. Pasados estos primeros días de llamadas, felicitaciones y apariciones en periódicos y televisiones, volverán a la normalidad en la que se dedican a atender a la gente, elaborar los dulces y cultivar su fe a través de la oración. En estas fechas confían en que también les quede tiempo para cantar villancicos, un pasatiempo con el que disfrutan mucho. Además, próximamente se les unirán tres hermanas procedentes de Madagascar.
A pesar de que en Bilbao el sol brilla por su ausencia, este rincón de la capital vizcaina tiene ya su propio 'Solete' para seguir endulzando la vida de vecinos, vecinas y curiosos que con tanto cariño y tanta fe elaboran las hermanas Capuchinas de Basurto.