Azkuna Zentroa-Alhóndiga Bilbao se ha convertido en un laboratorio internacional de creación contemporánea con la quinta edición de Prototipoak, la bienal de nuevas formas artísticas que reúne en el centro cultural nueve proyectos, varios de ellos nacidos durante residencias artísticas en el propio espacio. La programación incluye obras de artistas internacionales como Chiharu Shiota, Héctor Zamora o Dimitri de Perrot, junto a otros que han desarrollado su residencia en el centro, como Lore Stessel, Ça Marche o Christian Fernández Mirón. El equipo comisarial, formado por Rosa Casado, Maider López y Stéphane Noël, explicó que “Prototipoak funciona como un ecosistema vivo donde los proyectos dialogan entre sí y con la arquitectura del centro, pero también con los ritmos, memorias y cuerpos que lo habitan”.

El programa ha arrancado con una instalación de Chiharu Shiota, quien por primera vez presenta en Euskadi una muestra individual. En House is your House, la artista japonesa transforma objetos cotidianos –ropa, muebles, maletas...– con hilos entrelazados. En diálogo con la arquitectura del centro y el entorno urbano, Héctor Zamora desplega Txirikorda, una acción textil que entreteje una estructura en la terraza de Azkuna Zentroa.

Proyectos in situ

El proyecto parte del patrón geométrico de los arcos del edificio y será activado por performances colectivas al inicio y cierre de la bienal, en un “gesto poético que acaricia la arquitectura”, señaló el artista mexicano. La artista belga Lore Stessel ha presentado Poëtry of the gang, un trabajo fotográfico fruto de su residencia como artista asociada en Azkuna Zentroa. Las imágenes, captadas en encuentros con grupos locales de danza, se proyectan sobre tejidos traslúcidos que “bailan con la luz y el aire”.

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También en residencia, Christian Fernández Mirón ha impulsado Músicas memorables, que tras tres presentaciones en el Estado y una cuarta en Chile, ha aterrizado en Bilbao con un proyecto intergeneracional en torno al canto popular y la tradición oral, en colaboración con grupos de personas mayores de la ciudad.

Desde la creación escénica, el colectivo barcelonés Ça Marche, ha presentado Trabajos forzados, una pieza en lengua de signos protagonizada por la artista sorda Pepita Cedillo. “Queremos cuestionar cómo la civilización ha impuesto la oralidad como norma”, apuntaron desde el colectivo, que también ha realizado una residencia en el centro. “Es muy valiosa esa conexión con la gente del barrio y la ciudad de Bilbao”, añadió el comisario Noël. Hanna Tuulikki ha compartido The bird that never flew, una fábula vocal sobre las aves en peligro de extinción a partir de un ciclo de canciones. También se incluye la adaptación bilbaina de Engeki Quest, del colectivo japonés Orangcosong que parte de su interés por el símbolo local del sirimiri.