En un momento en el que muchos suicidas optaban por la Torre de Madrid para arrojarse desde su precipicio, Isidoro Varcárcel Medina planteó la "institucionalización del suicidio" ideando Torre para suicidas, un edificio en el que los ciudadanos podrían pasar sus últimos días y, en el caso de desearlo, inmolarse desde su planta más alta. Esta es una de las rompedoras obras que el artista conceptual murciano realizó entre 1984 y 1992 dentro de la serie Arquitecturas prematuras. Azkuna Zentroa recupera ahora 30 de estos proyectos en una muestra, coproducida junto al Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León (MUSAC), que podrá verse hasta el 18 de septiembre. "A la sociedad no le interesa darse cuenta de aquellas cosas en las que es decadente y pasada, y hace caso omiso de lo prematuro, sin analizar si viene a cuento o no", ha reflexionado el Premio Nacional de Artes Plásticas (2007) durante la presentación.

Edificio para parados o Colonia de chabolas son otras de las obras que revelan que los de Varcárcel no son proyectos al uso. "Su arte es conceptual, prima la idea sobre el objeto", ha apuntado la comisaria de la exposición, Kristine Guzmán. El propio artista ha reconocido que no es arquitecto, pero es "una técnica" que se puede aprender. "No puedo firmar un proyecto. De hecho, para alguno de los proyectos que se han hecho que están en la exposición he tenido que acudir a uno", ha admitido el artista, que incluso concibió que las ciudades se adaptaran al tamaño de los aparcamientos para los coches. De forma que si un parking poseía 1.000 plazas, la ciudad no podía sumar más de 1.200 o 1.300 ciudadanos.

"Arquitecturas prematuras tiene una intención inicial: es luchar contra la obsesión de lo arquitectónico en llamar utópico a aquello que no se ha hecho. Estas arquitecturas no tienen nada de utópico, son prematuras. Llegaron antes de tiempo hace 30 años. Fueron prematuras en su momento y ahora son arcaicas", ha considerado el artista, para quien la ciudad es "un laboratorio, una fuente de ideas", según ha descrito Guzmán. A su juicio, el trabajo de Varcárcel abarca también "el arte de la acción", ya que dentro de las obras de esta seria se pueden ver "obras que tienen que ver con crear situaciones relacionadas con la ciudad", en las que propone "otras formas de vivir, mirar más allá".

En sus obras, el artista evidenciaba las contradicciones entre la realidad del espacio urbano y las estructuran que lo configuran. "Fueron realizadas con una intencionalidad bienintencionada. Ahora esa intencionalidad se mantiene, aunque se haya demostrado que su eficacia no venía a cuento", ha reflexionado Varcárcel, quien ha demostrado que su mirada incisiva sigue intacta. "Todavía no se ha dado un paso en el sentido de convencernos que los museos son una institución estupenda, pero ¿por qué cobran la entrada al entrar? ¿por qué cuentan a los que entran? ¿qué más da que entre uno o entren 5.000?", ha observado el artista, que en su día imaginó un Museo de la ruina, pensado para derrumbarse, cuya exhibición estrella consistiría en esperar en la acera para ver cómo se desmorona. Museo de la ruina "La ironía es fundamental. En ese sentido no se ha avanzado un paso. Eso puede significar o que sigue siendo oportuno o que en las concepciones sociales que vivimos no va a ocurrir", ha sentenciado.

PARTE DEL CANON

"Siempre me preguntaba por qué nadie había recuperado esos proyectos", ha expuesto Kristine Guzmán, de quien partió la idea de realizar la muestra. A primera vista, las piezas expuestas parecen planos arquitectónicos con sus correspondientes soluciones técnicas, dibujos a mano de distintas edificaciones. Pero a medida que el visitante se acerca puede comprobar que se trata de propuestas irrealizables porque para ser viables habrían necesitado otra época y otra mentalidad. El proyecto se completa con la publicación de Arquitecturas prematuras, que recoge por primera vez y de manera completa la totalidad de los proyectos de urbanismo y de arquitectura ideados por Varcárcel Medina.

"El artista muestra la capacidad para componer otros modos de vida y otros usos de los espacios, dando lugar a los debates sobre la realidad de los espacios urbanos y las estructuras que configuran el mismo", ha aseverado Gonzalo Olabarria, concejal de Cultura y Gobernanza. A juicio del director de Azkuna Zentroa, Fernando Pérez, los proyectos del artista conceptual murciano son "prematuros no por se previos o utópicos a los constructivo, sino por ser precursores de lo que nuestro mundo podría ser". En ese sentido, ha evidenciado que "para Varcárcel el arte solo tiene sentido cuando se nos hace conscientes de una realidad personal". Dirigiéndose al propio artista, Álvaro Rodríguez Fominaya, director del MUSAC, le ha recordado que, muy a su pesar, forma "parte del canon de la historia del arte de España".