Chillida Leku cumple este viernes el primer año de su reapertura al público y hasta su cierre el pasado 13 de marzo a causa de la pandemia del Covid-19 había recibido más 80.000 visitantes, una cifra que sus responsables han acogido con satisfacción.

"Este año ha sido muy ilusionante y estamos emocionados con la respuesta que hemos recibido, la gente ha tenido motivos para venir y volver al museo una y otra vez", ha destacado Mireia Massagué, directora del centro.

Massagué ha dicho en un comunicado que reanudarán la actividad "tan pronto como sea posible", pero que ahora "es tiempo de aunar esfuerzos junto a toda la sociedad para superar estos momentos tan duros".

Dada "la situación excepcional ante la pandemia" y para mostrar su "compromiso con el ámbito local y con su público", el museo ha decidido prorrogar en seis meses la validez de los bonos anuales adquiridos con anterioridad al cierre, sin necesidad de que sean renovados.

En los once meses que ha estado en funcionamiento desde su reapertura, Chillida Leku ha organizado "un gran número de actividades y talleres", además de las exposiciones.

Uno de los grandes hitos de la nueva etapa ha sido la instalación, por primera vez en la historia del museo, de una pieza no perteneciente a Eduardo Chillida. El 11 de marzo, este espacio consagrado a la obra del artista donostiarra acogió la escultura Eye Benches III, de Louise Bourgeois. Estos "ojos banco", con los que se inició el programa Obra Invitada, iban a permanecer en Chillida Leku hasta el 10 de septiembre, pero finalmente prolongará su estancia hasta finales de año.

Asimismo, se prorrogará el monográfico sobre la serie Buscando la luz en el caserío Zabalaga, en cuyo interior se muestran las piezas de menor tamaño, y la exposición The Shadow Belongs to Light (La sombra pertenece a la luz) a una fecha aún por determinar.

Cuando sea posible "reabrir plenamente", el caserío reunirá una selección de obras "clave" de la colección del museo, con esculturas de Chillida realizadas en hierro, granito, alabastro, yeso y papel, "sin dejar de lado series significativas" como las gravitaciones (esculturas en papel donde el relieve y el vacío cobran especial importancia) y las lurras y óxidos, elaboradas con tierra chamota.

Reapertura de Chillida Leku

Luis Chillida, presidente de la Fundación Eduardo Chillida-Pilar Belzunce, ha recordado en la misma nota que la reapertura del lugar "soñado" por su padre fue el resultado de "la total unión y compromiso" de su familia y la galería suiza Hauser & Wirth. Esa alianza, subraya, "ha supuesto la adecuación de este lugar al siglo XXI, dotándolo de una fantástica proyección de cara al futuro para que el público pueda disfrutarlo".

"Estamos viviendo un momento muy duro como sociedad, en el que tenemos que priorizar valores colectivos sobre valores individuales y esto es algo que siempre ha estado muy presente en la obra de mi padre, conceptos como la tolerancia, la paz y el diálogo son visibles en su obra y hoy más importantes que nunca", ha resaltado.

Por su parte, Iwan Wirth, copresidente de Hauser & Wirth, ha afirmado que los propietarios de la galería están "inmensamente orgullosos" de haber colaborado con los sucesores del escultor vasco "para asegurar que Chillida Leku reabriera con éxito, permitiendo a tanta gente hacer un arte de su peregrinaje a Donostia para conocer el trabajo de este escultor".

"Chillida Leku es más que un museo, es una 'gesamtkunstwerk' (obra de arte total), creada por uno de los artistas más relevantes del siglo XX. Miramos hacia delante, al momento en el que el museo pueda pronto dar la bienvenida a visitantes de forma segura, en este momento en el que el arte es una fuente vital de inspiración".