Bilbao
EL objetivo del programa es acercar a la gente la música clásica, divulgarla", explicaba ayer Alma Mora, responsable de Musika-Música, al término de esta novena edición, cerrada, entre otros, por la Coral de Bilbao. Es evidente que, año tras año, las metas se han ido cumpliendo y el programa, a punto de cumplir una década, resulta atractivo para la gente de a pie.
Una de las particularidades de este maratón musical es la posibilidad de escuchar tanto a grandes artistas ya consagrados como a estudiantes de conservatorio. Al término de la actuación del Conservatorio de Grado Medio de Barakaldo, Marije aplaudía la oportunidad brindada a los estudiantes: "Hay que darles la oportunidad de actuar porque han elegido una profesión muy dura, tienen que trabajar mucho para llegar a algo. Además, ellos son el futuro de la Orquesta Sinfónica de Bilbao, que es buenísima". Fuensanta Figueroa fue quien dirigió a los jóvenes músicos de Barakaldo: "A los chavales les hace muchísima ilusión poder tocar en el Euskalduna. Han trabajado mucho, incluso días que no había clase, porque la motivación era grandísima. El hecho de que el concierto sea en el hall provoca que la gente que sale de las otras actuaciones entre y salga pero, por otro lado, ayuda a que más gente se acerque a nuestra actuación". A este respecto, Iñaki Sanz, de Bilbao, opina que "debería respetarse un poco más a lo jóvenes que están actuando. Porque la gente pasa por delante de sus actuaciones y hay demasiado alboroto", algo con lo que Marije está de acuerdo: "Deberían poner algún cartel que obligue a mantener silencio".
Las pocas críticas -o sugerencias- de los asistentes van dirigidas a mejorar un programa que, en palabras de Pilar, aficionada a la música barroca, "no tiene un referente mejor". Pilar e Iñaki Sanz son asistentes asiduos a este evento anual y suelen acercarse con sus hijos, aunque este año ha sido el primero que han ido los cinco. Nerea, la más txiki de la familia, ha disfrutado "mucho" de los conciertos. Xabier y Mikel, sus hermanos mayores también han aprovechado la oportunidad para ver varios conciertos. Esta familia bilbaina cree apropiado que el programa "se reduzca a tres días" porque "los jueves es más difícil ir a ver conciertos", en palabras de Pilar.
Entre el público también se encontraban padres y madres de los jóvenes músicos que disfrutaron de la oportunidad de tocar en un recinto tan especial. José Antonio, de Bilbao, acudió al Euskalduna "a ver a mi hijo. Yo soy más de otro tipo de música pero este tipo de programas te dan la oportunidad de conocer música que, quizás, de otra forma no conocerías". Ese es el objetivo de Musika-Música.
Entre regidores, músicos y asistentes también participaron del evento las encargadas de Leclerc, hipermercado navarro que desde hace seis años instala una tienda con discos de música clásica en los pasillos del Palacio. "Las ventas han sido buenas", aseguraba Maru Eluztondo. "Tratamos de traer música que coincida con las jornadas y gracias a las ofertas la gente compra bastante". Con Musika-Música la clásica consigue llegar a todos los públicos. Que siga celebrándose.