Emilio Zunzunegi

Ortuella - A Roberto Berrocal, un joven pianista que disfruta de un gran reconocimiento artístico en Estados Unidos, le pasa como al gran tenor del pasado siglo, Florencio Constantino: tampoco nació en Ortuella, aunque como este último, le cuenta a todo el mundo que el saltó a la fama desde Ortuella. Desconocemos si el cantante Constantino tuvo antecedentes familiares relacionados con la música o el canto pero en el caso de Roberto Berrocal parece claro que el hecho de que su aita y su ama -aún residentes en el municipio minero- formen parte del elenco histórico de Barbis taldea le haya servido de guía para que este joven músico que aún no ha cumplido la cuarentena se decantara por las notas del pentagrama que desgrana con las 88 teclas del piano.

Un instrumento con el que en estos últimos años ha viajado por los teatros y escenarios más conocidos de Estados Unidos y que poco a poco se está haciendo un nombre en Europa y en Euskadi donde no es la primera vez que actúa. “Yo nací en Barakaldo, como la mayoría de los niños de mi época, en 1978, y tras vivir en Santurtzi, con 16 años vine con mis padres a Ortuella. Aquí estuve poco tiempo pero siempre que podía volvía para estar con mis padres y mi hermano”, recuerda este pianista que el pasado domingo y este lunes ofreció sendos conciertos de Cámara en Vitoria-Gasteiz y Bilbao, respectivamente. “En los dos escenarios el programa ha sido el mismo con un amplio repertorio en el que entre otras composiciones interpreté obras de Chopin, Manuel de Falla, Rhapsody in blue de George Gershwin o piezas de Joseph Hayden”, apunta este pianista que estudió en la ikastola Asti Leku de Portugalete y en los conservatorios de Santurtzi y Bilbao y que un buen día de 1996 logró una beca para seguir sus estudios musicales en los Estados Unidos.

Deusto “Asistí a una clase magistral que organizó ese verano la Universidad de Deusto y allí un pianista norteamericano me ofreció una beca de estudios. Ahí empezó realmente mi carrera musical”, señala este músico que alterna sus actuaciones en solitario con actuaciones como solista en diferentes orquestas y que incluso ha acompañado al piano a grandes voces del siglo XX.

Tras haber vivido junto a sus padres en Ortuella, Berrocal, con la beca debajo del brazo, continuó con sus estudios de piano en la Universidad de Carolina del Sur y en el New England Conservatory de Boston. Actualmente vive en Miami, donde ejerce como director artístico de la prestigiosa serie de conciertos Saint Hugh-Steinway. Además, está consolidando su carrera como solista e incluso es uno de los “maestros” fijos de la prestigiosa marca de pianos Steinway, uno de cuyos modelos utilizó en el concierto del Euskalduna de Bilbao mientras que en la gala benéfica a favor de la Asociación Española Contra el Cáncer utilizó un piano Yamaha.

Tras completar varios másters en centros americanos, en una audición de la Florida Gran Opera Orchestra le ofrecieron trasladarse en 2006 a este estado de la Unión en el que actualmente reside junto a las playas de Miami. Un puesto que le acercó al mundo de la ópera con el que aún mantiene un contacto regular.

“Allí en la parroquia de Saint Hugh, cuyo párroco es de Miranda de Ebro, dirijo los conciertos y la verdad es que tiene muy buena acogida ya que raro es que a las audiciones -que tienen un carácter benéfico- acudan menos de 500 personas y nos han elegido varios años como el mejor concierto de Miami”, asegura este joven de finos dedos que lleva Ortuella en el corazón y en las teclas.