El Athletic despide el año en San Mamés ante 30.000 aficionados
Los seguidores rojiblancos acuden en masa al entrenamiento a puerta abierta de La Catedral, marcado por un carácter festivo y la ilusión de los más jóvenes
Ni comida, ni cena. La fiesta de empresa del Athletic ha sido un desayuno que se ha celebrado en la matinal del martes en San Mamés con 30.051 invitados. Devotos feligreses que han desafiado a las lluvias y al frío que despertaron a Bizkaia a primera hora de la mañana para asistir por última vez este año a La Catedral.
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Porque, aunque a los leones aún les queda una última sesión, a la afición le tocaba despedir como se merecía un 2025 que regaló unas semifinales de Europa League y el regreso a la Champions 11 temporadas después. Y, sobre todo, porque tocaba dar cariño a unos leones que, tras el verano, no están viendo recompensados con goles y resultados ni su empeño y su insistencia.
Y es que las Navidades se pasan en familia y el Athletic lo es en las buenas y en las reguleras. Así, al calor de un multitudinario entrenamiento con las puertas abiertas al público, los leones han hecho las delicias de los más jóvenes. Han sido precisamente los aficionados más pequeños quienes más se han impregnado de la ilusión de la Navidad, la magia de Olentzero y la oportunidad del año nuevo.
Fueron ellos quienes demostraron que, en un 2025 en el que por San Mamés han pasado los mejores equipos de Europa –PSG, Arsenal, Manchester United–, no necesitan tener a ningún rival enfrente para asistir a La Catedral. Que ellos van por el Athletic. Y nada más. Por eso, en un entrenamiento de leones contra leones, el club rojiblanco tuvo que abrir el estadio entero, gradas inferiores y superiores, a excepción de la tribuna principal.
Volver a ser el fortín de siempre
Ha sido la mejor manera de recuperar el espíritu de San Mamés. Esta temporada, el estadio rojiblanco ha perdido la cualidad de fortín que tan buenos resultados dio la temporada pasada. Arsenal, Alavés, Getafe, Real Madrid, Espanyol han conseguido llevarse los tres puntos de La Catedral y el entrenamiento del martes puso la primera piedra para que esto no vuelva a pasar.
El primero en asomar en el césped y llevarse los primeros aplausos de la mañana fue Iñaki Williams, a quien le siguió el resto de la plantilla a excepción de los lesionados Yuri Berchiche, Aymeric Laporte, Maroan Sannadi, Beñat Prados y Unai Egiluz; y el sancionado Yeray Álvarez. La sesión, comandada por Ernesto Valverde, ha comenzado puntual a las 10.30 horas y ha finalizado a las 12.00.
2026 espera a las estrellas del Athletic
Y, en medio, centenares de aplausos. Los de Txingurri han tenido la nobleza de ir moviéndose a lo largo de todo el verde para que todos los aficionados pudieran verles de cerca. Pero las ovaciones más estruendosas se las llevaron las paradas de Unai Simón y Álex Padilla y los goles de Iñaki Williams, de Alex Berenguer y de un Nico Williams que termina el año como el máximo goleador del Athletic con 12 tantos.
Regalos y palabras de Iñaki
Cuando Valverde dio por concluido el entrenamiento es cuando la juventud se ha puesto más nerviosa. Los niños sacaron sus pancartas y calentaron sus gargantas para intentar llamar la atención de los leones. Los hermanos Williams y Sancet, lo más aclamados de una mañana que ha finalizado con el lanzamiento de regalos y varias fotografías de las que presumir en Año Nuevo.
De hecho fue Iñaki, en calidad de capitán, quien se dirigió al círculo central y tomó el micrófono: "Me toca hablar a mí para agradeceros un 2025 que creo que en líneas generales ha sido bueno y para deciros que en 2026 nos vamos a dejar todo en el campo para que os sigáis sintiendo orgullosos. Zorionak eta urte berri on". Una forma inmejorable de agradecer el calor de un público que ha aguantado estoicamente el frío navideño para demostrar a los de Txingurri que tienen una gran familia.
