Pocas veces un año ha sido tan bueno y, a la vez, tan malo como 2025. Hasta Iñaki Williams lo dice: “Venimos de un año en el que todo nos salía de cara y ahora nos sale más cruz”. Y es que en 12 meses, el Athletic ha sido capaz de mostrar su mejor versión, con unas semifinales de Europa League y el retorno a la Champions once temporadas después; pero también su peor, perdiendo dolorosos puntos en San Mamés, con un evidente problema de gol y más lejos de lo esperado del tren europeo.

Y en medio de ambas caras, el verano. Sin embargo, con el 2025 competitivo ya finalizado, puesto que el Athletic no volverá a LaLiga hasta el 3 de enero con su visita a El Sadar, es hora de hacer “borrón y cuenta nueva”. Es lo que pide un Williams que espera “volver a ser lo que éramos”, aunque reconozca que para ello los leones deban “recuperar esa chispita”.

Porque lo cierto es que justo la campaña en la que el Athletic volvió a competir con las estrellas sufrió el apagón de las suyas. Así, los llamados a tirar del carro, los hermanos Williams, Oihan Sancet y los internacionales Dani Vivian, Aymeric Laporte y Unai Simón, no han mostrado aún su mejor rendimiento. Y es que, aunque en algunos momentos sí que lucieron algún destello, su irregularidad ha provocado que el conjunto rojiblanco haya perdido su contundencia en las áreas.

Los datos lo cantan: el curso pasado, en liga, el Athletic solo recibió 29 tantos y ahora, en la jornada 18, lleva ya 24. Y en la otra portería, más de lo mismo: a estas alturas de la temporada, la campaña anterior había marcado ya 29; ahora solo lleva 16 y, lo más preocupante, no ha mojado en 12 de los 25 disputados.

La falta de acierto...

Así, el gol es la asignatura pendiente de Iñaki y Nico Williams y Oihan Sancet. Los tres están lejos de sus propias cifras, a las que el Athletic se había malacostumbrado, aunque también es cierto que las lesiones han lastrado su rendimiento y obligado a parar esta temporada. Con todo, el capitán rojiblanco suma tan solo 1 gol en 15 participaciones y 10 tiros a puerta. Solo el Mallorca en la jornada 8 de liga ha sufrido este curso su picotazo, que sirvió para llevarse los tres puntos, eso sí.

El menor de los Williams, por su parte, comienza a levantar el vuelo con 3 goles y 2 asistencias en 18 partidos, aunque todavía le queda para ser el extremo desequilibrante que encandiló a Europa. Respecto a Sancet, que debe ser el jugador diferencial en el campo, preocupa que los 17 tantos que consiguió la temporada anterior se hayan reducido a tan solo 1 y logrado en agosto, en la lejana segunda jornada ante el Rayo.

En la otra área, esa defendida por Unai Simón, también se espera una reacción de los pesos pesados de la plantilla. El guardameta tuvo un pequeño bache a mitad de otoño, pero es justo decir que ahora se encuentra en un momento idóneo para mantener a flote al Athletic, como hizo en ese empate ante el PSG o en el triunfo frente al Atlético.

En el curso en el que ocupa también la portería rojiblanca en Europa –en la 2024-25 la competición continental la jugó un Julen Agirrezabala cedido ahora en el Valencia–, Simón lleva en la mochila 33 goles encajados en 24 partidos. Un 1,38 de media que se encuentra a años luz del excepcional 0,70 registrado el año pasado. 

Y la falta de contundencia

Pero es que tras el verano, el Athletic perdió esa fiabilidad defensiva que siempre le ha hecho un equipo complicado de doblegar. Y eso que, tras varias idas y venidas con la FIFA, Ibaigane consiguió inscribir a Aymeric Laporte. Es decir, Ernesto Valverde tiene en sus filas a dos de los cuatro centrales internacionales con España. Casi nada.

Laporte se retira lesionado del duelo ante el Atlético de Madrid. Athletic Club

Sin embargo, entre que el de Agen llegó con falta de ritmo competitivo y que en diciembre sufrió una severa lesión muscular, tan solo ha disfrutado de 13 encuentros con la camiseta rojiblanca. Aunque en ellos, es cierto que dio evidencias del central que es con 55 duelos ganados por tan solo 28 perdidos.

A su lado, Dani Vivian se mostró más irregular que de costumbre, con varios fallos de bulto que, en su posición, pasan factura. Así, es raro ver cómo el central de referencia del Athletic acumule más duelos perdidos que ganados (82 por 79) y pierda más pelotas de las que recupera (206 por 102). Aunque tampoco ayuda la cantidad de bajas en defensa que está teniendo un Ernesto Valverde que ya ha tenido que colocar a hombres como Yuri Berchiche e Iñigo Lekue de centrales.