La plantilla del Athletic retorna en la mañana de hoy al trabajo después de gozar ayer de jornada de descanso y en la que supuestamente jugadores y cuerpo técnico dieron continuas vueltas a la cabeza a lo sucedido el martes en el Fortuna Arena, en el que el conjunto rojiblanco dejó escapar su segunda victoria en la fase de liga de la Champions y que le habría dado mucho aire de cara a las tres jornadas que restan de esta liguilla. Sin embargo, el punto arañado en su visita al Slavia Praga sabe a muy poco, ya que sí suma, pero no lo suficiente como para albergar opciones creíbles de tener más recorrido a partir del próximo 28 de enero, cuando se pone fin a este tramo de la competición, y alcanzar la eliminatoria de un play-off que disputan los clasificados entre la novena y la vigésimo cuarta posición. El colectivo de Ernesto Valverde, cerrada anoche la quinta fecha, ocupa la vigésimo séptima plaza con un saldo de cuatro puntos de quince posibles, por lo que se estanca en la clasificación en la denominada zona roja, que supone automáticamente la eliminación directa de la máxima competición continental.
El resultado cosechado por los leones en Praga, tras un encuentro en el que desperdiciaron cuatro clarísimas oportunidades de ver puerta pero se toparon con la excelente actuación del meta Stanek, les obliga a manejar unos cálculos que, a primera vista, no invitan al optimismo si se echa mano del referente de la temporada pasada, cuando se puso en marcha el actual formato de la Champions. En aquel estreno y consumadas las primeras cinco de las ocho jornadas en que consta la fase de liga, solo uno de los cuatro equipos que poseían cuatro puntos a estas alturas de la película logró clasificarse para la eliminatoria puente hacia los octavos de final. Y ese conjunto agraciado fue ni más ni menos que el PSG de Luis Enrique, que por entonces vivía su pico más bajo de la campaña. Sin embargo, el equipo parisino esquivó la presión, sacó a relucir todo el poderío que dispone en su plantilla y activó la maquinaria para hacer pleno en las tres jornadas que restaban para finiquitar la fase regular en la décimo quinta posición y con el factor cancha a favor en el play-off. Su devenir posterior es ya conocido y el PSG, paradójicamente el próximo rival del Athletic en esta Champions, fue eliminando rivales hasta conquistar el trono que tanto ansiaba desde tiempo atrás.
El resto de esta terna de equipos situados en la zona roja con cuatro puntos en su casillero no pudieron hacer realidad su objetivo y se quedaron fuera de la competición cuando la liguilla bajó la persiana. El Stuttgart alemán murió en la orilla tras llegar a los diez puntos, el Shakhtar Donetsk ucraniano, que eliminó al Athletic de la Champions en 2014, solo fue capaz de sumar tres puntos más a los cuatro que lucía tras la quinta jornada; en tanto que el Sparta Praga fue a menos para marcharse con cinco unidades. Por debajo, el Sturm Graz, el Girona, el Crvena Zvezda (Estrella Roja) de Belgrado y el Salzburgo tampoco pudieron remontar tras su mal inicio, como les ocurrió al Bolonia, Leipzig, Slovan Bratislava y Young Boys, que para finales de noviembre ya habían dilapidado sus opciones de clasificarse salvo un milagro que no llegó a producirse. Casos que son prácticamente idénticos al actual que sufre el Villarreal de Marcelino García Toral, extécnico del Athletic, que es tercero en LaLiga EA Sorts y que ya ha dicho adiós a la Champions tras lograr solo un punto en cinco partidos.
Complicado calendario
El Athletic, por tanto, echa mano a la calculadora. La tecla la marca en el dígito 11 como mínimo, ya que se remite a los puntos que sumaron la campaña pasada el Manchester City de Pep Guardiola, el Sporting de Portugal, al que se enfrenta los rojiblancos en la última jornada de esta liguilla en San Mamés, y el Brujas para meterse in extremis en el play-off; y lo hicieron gracias a su mejor average general respecto al Dinamo Zagreb croata, que se quedó fuera pese a alcanzar también los once puntos, pero al que le penalizó su coeficiente menos siete (goles a favor y goles en contra) respecto a los tres equipos mencionados. De ahí, la relevancia de encajar lo menos posible, matiz que tampoco sonríe a día de hoy al conjunto de Valverde, con un menos cinco. Así las cosas, el Athletic se clasificaría en caso de hacer pleno de puntos en las tres jornadas que restan, le podrían valer con diez, dos victorias y un empate, y e incluso se clasificaría con diez puntos, dos triunfos y una derrota, en función de ciertas variables. Misión complicada, porque a las primeras de cambio se la jugará con el vigente campeón, el PSG, para visitar después al Atalanta y finiquitar con el Sporting de Portugal en San Mamés.