El Athletic retoma el pulso a LaLiga esta noche en el Benito Villamarín, donde le espera a partir de las 21.00 horas un Betis sumido en una palpable irregularidad a nivel de juego y de resultados. No asoma en su plenitud el equipo dirigido por Manuel Pellegrini, un asiduo a Europa en las últimas temporadas que encara la cita ante el conjunto rojiblanco en mitad de tabla a 12 puntos de distancia de los leones. Si por números y sensaciones fuera, el equipo de Ernesto Valverde sería claro favorito para asaltar un feudo en el que no gana en liga desde diciembre de 2017, pero bien sabido es que en el fútbol dos y dos raramente suman cuatro. Entran muchos más factores en juego de los que pueden descifrarse a simple vista en cada encuentro y el de hoy no es ninguna excepción.
Al desgaste que sufrió el jueves el Athletic en su compromiso continental frente al Viktoria Plzen, choque que Valverde encaró con su once tipo para asegurar una plaza entre los ocho primeros clasificados en la Fase de Liga de la Europa League, objetivo consumado con victoria incluida para evitar la ronda de dieciseisavos de final y descansar hasta el 6 de marzo, se une el descanso acumulado por el Betis en las dos últimas semanas y el potencial de su plantilla. Eliminado en Copa en octavos de final al caer goleado en su visita al Barcelona (5-1) un día antes de que el Athletic tropezara también contra Osasuna en San Mamés, el cuadro verdiblanco cerró el pasado diciembre su participación en la Fase de Liga de una Conference League en la que afrontará la ida de los dieciseisavos de final en próximo día 13.
Con los cinco sentidos puestos en el campeonato de la regularidad se encuentra por tanto un equipo que cuenta con un puñado de futbolistas capaces de marcar las diferencias por sí mismos en cualquier contienda. Jugadores como Isco, Lo Celso, Ez Abde o el recién incorporado Antony, refuerzo invernal llamado a dar un plus a un ataque ya de por sí bien armado, amenazan la solidez defensiva del Athletic, que intentará dejar la portería a cero por segunda jornada consecutiva en liga, algo que no ha logrado desde el comienzo del campeonato. Ejercerá bajo los palos Unai Simón en un choque liguero que dará paso a una preciada tregua para el colectivo rojiblanco, que solo deberá hacer frente a un partido por semana durante todo el mes de febrero.
No es una cuestión baladí en medio de una temporada cargada de compromisos, si bien el conjunto bilbaino ha logrado hasta la fecha mantenerse firme en Europa y en liga, donde se halla en plena defensa de la cuarta posición por la que suspira también el Villarreal. El equipo de Marcelino García Toral hizo ayer los deberes al golear al Valladolid en el Estadio de la Cerámica y se ubica a tres puntos de los leones, que desafían a domicilio al Betis tras sellar la incorporación del delantero Maroan Sannadi.
SIN CONVOCATORIA
El corpulento ariete completó este sábado su primer entrenamiento en Lezama y está por ver si forma parte incluso de una convocatoria que el club ha decidido guardar bajo llave hasta la jornada de hoy. La inclusión del ariete en la lista, además de agilizar su adaptación al grupo, podría ofrecer a Valverde una variante ofensiva más en el desarrollo de un encuentro en el que se espera que el técnico apueste de inicio por Oihan Sancet.
Después de ejercer como revulsivo en los dos últimos partidos contra el Leganés en liga y el Viktoria Plzen en la Europa League, el navarro apunta a recuperar su lugar en una alineación a la que volverá el citado Simón. El murgiarra defenderá la portería custodiado por una línea defensiva en la que Gorosabel ejercerá como lateral derecho con la posibilidad de que Aitor Paredes forme pareja de centrales con Dani Vivían. Disfrutaría así de un descanso Yeray Álvárez, titular en los envites previos y con un reciente historial de lesiones a tener en cuenta.
La trascendencia del choque, con un Betis que saldrá con el cuchillo entre los dientes en busca de un triunfo como local que no ha conseguido en sus cuatro últimas apariciones en casa en liga, invita a salir con todo antes de la tregua de febrero, tiempo para centrarse de lleno en la defensa de una cuarta plaza que se venderá cara.