La afición del Athletic ya se hace notar en Razgrad, una pequeña localidad búlgara, de no fácil acceso pero acostumbrada a recibir en la última década a muchos equipos europeos. Es por ello que no sorprende entre los locales la presencia de medio millar de hinchas rojiblancos, que están dándole colorido a la gris ciudad.
Un grupo de jóvenes estudiantes que estaban de Erasmus en Cracovia, jubilados habituales en los desplazamientos continentales del Athletic, aficionados que se liaron la manta a la cabeza y se animaron a acompañar a su equipo en el viaje más exótico de los cuatro de esta liguilla de la Europa League… En el Ludogorets Arena se citarán todo tipo de seguidores que persiguen un mismo fin, ver ganar a su equipo en Europa.
Claro que la presencia del medio centenar de aficionados en Razgrad estuvo en el aire durante muchos días como consecuencia de los incidentes acontecidos en el Olímpico de Roma. El club reaccionó rápido, condenando los hechos y también con una imagen de mucha fuerza, la de los dos capitanes, Óscar de Marcos e Iñaki Williams, pidiendo explicaciones por lo ocurrido, pero la duda estaba en el aire. ¿Cuál será la sanción de la UEFA?
SANCIÓN POSPUESTA
“Tuvimos dudas, porque estuvimos muy pendientes de lo que pudiera pasar, de la posible sanción, pero aquí estamos”, relata feliz Juan Carlos Txirapozu, Tximu, presidente de la Peña Piru Gainza de Basauri y organizador de uno de los viajes a Razgrad. Su grupo estuvo en Roma y repetirá en diciembre y en enero en el doble desplazamiento a Estambul.
Su presencia en Bulgaria se explica porque la sanción impuesta por la UEFA al Athletic de no poder vender entradas para su siguiente compromiso continental lejos de Bilbao queda suspendida por un periodo de dos años. El club sí tendrá que abonar los 30.000 euros de multa, pero si no se repiten los incidentes en los dos próximos años, la sanción de la venta de entradas caerá en el olvido.