Algo tiene Mallorca, otrora la isla maldita para el Athletic, aunque tampoco en la actualidad resulta un lugar paradisíaco para los bilbainos, a quienes les cuesta un mundo ganar a los bermellones en su estadio. En la memoria colectiva aún perdura, pese a que han llovido tantos como 24 años, aquella goleada encajada con los rojiblancos luciendo pantalón y medias verdes prestadas por los locales. Cómo olvidarla... Ayer, los bilbainos se presentaron de blanco casi impoluto en su visita el equipo balear, pero ni con esas. En un campo en el que el calor apretó de lo lindo, acompañado de un alto porcentaje de humedad y en el que el viento también quiso formar parte de la ecuación, al Athletic le faltó creer en sus posibilidades para lograr esa victoria que tanto se les resiste frente al Mallorca cuando actúa a domicilio y se tuvo que conformar con un empate. Otro más, el quinto que logran los leones en sus diez últimas visitas a la isla, donde únicamente han sumado un triunfo y contabilizan también cuatro derrotas.
Ernesto Valverde tiró de esa lógica que le acompaña en los últimos años y alineó o a los jugadores de su máxima confianza, devolviéndole la media punta a Oihan Sancet y apostando por Yuri Berchiche en lugar del joven Imanol García de Albéniz en la media punta. Decisiones poco o nada sorprendentes atendiendo al funcionamiento del técnico. Quien tampoco varió ni un ápice su juego fue el Mallorca, que no engaña a nadie con Javier Aguirre. Balón para el rival, confianza ciega en la defensa y en ataque tratar de alcanzar el área rival con balones largos o jugadas de estrategia.
El Athletic controló con bastante firmeza a su rival a base de balón, pero le faltó velocidad en el juego y mucha más precisión en los metros finales, donde realmente se marcan las diferencias. Más aún ante equipos que hacen de la defensa su principal baza. Pese a lo aguerrido del cuadro bermellón, los leones fueron capaces de llegar con cierta facilidad al área rival en el primer acto, pero los intentos de Nico Williams y Sancet, que dispusieron de dos muy claras ocasiones tras dejar atrás a su par con calidad, se marcharon desviados por centímetros.
Hubo un Athletic en la primera parte, más convencido de sus posibilidades, más alegre; y otro, más cansado, que pudo llegar a pensar en que el empate tampoco era tan malo por tratarse de un partido lejos de Bilbao, en la segunda. Algún pequeño susto del Mallorca, con Vedat Muriqi y Dani Vivian como protagonistas, le puso tiesas las orejas al conjunto rojiblanco, al que le faltó creer que realmente podía hacerle daño a su rival para obtener tres puntos que habrían sabido a oro. Al menos, en la comparativa de los resultados logrados el curso pasado y este en idénticos escenarios y ante los mismos rivales, el Athletic sale más que bien parado. Suma ya siete puntos de doce cuando la temporada pasada en estos cuatro mismos encuentros logró uno solo, tras empatar precisamente ante el Mallorca en el Estadi Mallorca Son Moix.
Al margen del empate, que puede considerarse positivo por cuanto las sensaciones fueron más o menos aceptables y el equipo enlazó tres partidos puntuando, la mejor noticia de la tarde fue que Unai Simón mantuvo su portería a cero. Por segunda salida consecutiva, tras vencer a Osasuna en El Sadar por 0-2, el guardameta de Murgia no encajó ni un solo gol. Además, apenas tuvo trabajo y ofreció mucha seguridad cuando tuvo que salir de su área a cortar algún balón. l
La cifra
50
Gorka Guruzeta alcanzó ayer, en el partido que enfrentó al Athletic con el Mallorca en la isla del Mediterráneo, el medio centenar de encuentros con la camiseta rojiblanca. El delantero, que se ha hecho con la titularidad gracias a sus tantos ante Osasuna y Betis, ha marcado nueve goles con el conjunto bilbaino.
