La visita a Son Moix tenía un significado especial para Iñigo Ruiz de Galarreta. El centrocampista rojiblanco, bermellón durante tres temporadas (2020-2023), regresó este domingo al escenario en el que se ganó a pulso su regreso al Athletic. Posó como titular al abrigo de la confianza de Ernesto Valverde para completar los noventa minutos por tercera vez desde el inicio del curso. Solo en la tercera jornada frente al Betis en San Mamés ha sido sustituido el donostiarra, quien se ha convertido en pieza clave para el técnico de Viandar de la Vera en el centro del campo del conjunto rojiblanco. 

En la visita al Mallorca, Ruiz de Galarreta volvió a mostrarse entonado con balón y activo en la presión tras pérdida, tal como le reclama Valverde. A nivel personal, mientras tanto, reconoció al término del envite que “era especial volver aquí al ser el sitio en el que he disfrutado tres años, pero no me ha pesado. Cuando llega el partido todos estamos centrados en jugar y en hacer lo que hay que hacer”. Con suma naturalidad, sin estridencias como es habitual en él, expresó sus emociones el guipuzcoano, quien firmó un 84% de éxito en los pases. Cuestionado por el encuentro en sí, el donostiarra apuntó que “ha sido un partido físico y muy difícil, pero hemos estado fuertes y hemos tenido nuestros momentos, aunque es una pena no marcar para poder llevarnos los tres puntos”. 

“Entre el viento y el calor estaba difícil para circular el balón con rapidez”, expuso asimismo Ruiz de Galarreta, quien se fundió en un emotivo abrazo con Javier Aguirre tras la finalización de un partido en el que volvió a dar muestras de su calidad, si bien no pudo brillar.

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En imágenes: el Athletic empata en su visita al Mallorca EFE | Athletic Club