A imaginación es el mejor antídoto contra la monotonía. Lo demuestra Hyundai, que lejos de incurrir en la clonación, se ha apretado las meninges hasta dar con una original fórmula de crossover escueto. Nace así el Bayon (se pronuncia como si la o llevase tilde), una alternativa práctica y sugestiva a turismos compactos como el i20 y a SUV algo más corpulentos como el Kona, hermanos de los que hereda cualidades. El Bayon es un coche resultón, sorprendentemente versátil para su tamaño: ofrece cuatro cómodas plazas y un notable portaequipaje (411 litros). También parece bastante asequible ya que, sumando todos los descuentos, su precio de partida desciende hasta 14.290 euros. Recurre solo a propulsores de gasolina, con 84, 100 y 120 CV; este último incorpora tecnología mild hybrid de 48 voltios, opcional en el intermedio. El recién llegado tiene que ganarse el puesto en uno de los segmentos del mercado más concurridos y disputados. En él bate el cobre un escuadrón de candidatos cualificados y reconocidos, del que forman parte rivales directos como el Kia Stonic, el SEAT Arona, el Opel Mokka, el DS3 Crossback, el Citroën C3 Aircross, etc. Ninguno de ellos alcanza los 4,20 metros de eslora. Tampoco el Bayon, que ocupa 4,18 m de largo, 1,49 de alto y 1,77 de ancho. Supera en diez centímetros la longitud del i20, cuya separación entre ejes (2,58 m) repite, y se queda a dos y medio de la del Kona, al que aventaja en capacidad de carga (ofrece 37 litros más de maletero). Imita a este último elevando la distancia al suelo (18 cm) para propiciar improbables incursiones más allá del arcén.

El nuevo Hyundai parece predestinado a pisar asfalto, sobre todo urbano. Aunque su agraciado diseño hace gala de una cierta inspiración campera por medio de detalles como las protecciones de los pasos de rueda, estos son más ornamentales que funcionales. Las facciones pronunciadas, principalmente en los flancos de cintura ascendente y en la original zaga de trazo quebrado, consiguen que la silueta afilada del Bayon entre por los ojos.

La estética, que suele ser una poderosa motivación de compra, queda reforzada en este caso por un catálogo motriz cabal, un equipamiento sin rival y una tabla de precios sensata. El modelo adopta cuatro puestas en escena consecutivas, con empaque, dotaciones y precios crecientes. El Bayon destaca, de cualquier modo, por una provisión de medidas de seguridad, de ayudas a la conducción y de sistemas de conectividad superior a la que brinda la competencia.

Hyundai anima al vistoso crossover ligero con tres propulsores de gasolina ya empleados en otros productos de la familia. El más modesto, aunque no el más frugal, es el bloque de cuatro cilindros 1.2 MPi con 84 CV, que se asocia a caja de cambios manual de cinco velocidades. Por encima figuran las dos versiones del eficiente motor tricilíndrico 1.0 T-GDi, con 100 y 120 CV; la más solvente aplica tecnología de hibridación ligera de 48 voltios, también disponible en la otra, que procura etiqueta medioambiental Eco. Ambas pueden asociarse a la transmisión manual inteligente de seis marchas o la automática de doble embrague con siete.