El Fiat 500 agrega un tercer formato a los dos conocidos. Además de la carrocería tipo berlina de tres puertas y de su derivado con techo eléctrico de lona, propone una atípica versión 3+1, que nada tiene que ver con las clásicas de cuatro accesos.

En realidad, es una adaptación que añade en el lado derecho una pequeña puerta posterior; su singularidad radica en que esta tiene el eje detrás (como la primera generación de 500 del siglo pasado), por lo que se separa de la carrocería por delante. La operación, que requiere la apertura previa de la delantera, despeja completamente el acceso a la cabina, desprovista de pilar central en ese flanco derecho. Parece más un recurso de diseño que funcional, puesto que solamente mejora la accesibilidad a bordo de los niños; para que embarque un adulto en el asiento posterior a través de la inusual puertita es preciso que el copiloto de esta versión 3+1 salga del vehículo y abata su respaldo.

El nuevo 500 cuenta con abundantes detalles diferenciadores. Uno de los más singulares es la desaparición de los tiradores de puertas, sustituidos en las versiones altas por pulsadores que desbloquean de manera eléctrica el acceso. Fiat dota al modelo de todos los protocolos de conectividad vigentes y oferta también un cargador inalámbrico de smartphone. Esta herramienta personal queda perfectamente integrada en la pantalla táctil, convirtiéndose en el nexo entre el vehículo y quienes lo van a utilizar. El coche está preparado, por ejemplo, para que teléfono haga las veces de navegador y de equipo proveedor de música.

La gama 500 plantea cuatro calidades de acabado. La más sencilla es la Action, la única asociada al motor y la batería menos potentes; está disponible con la carrocería de tres puertas. Incluye, no obstante, una buena dosis de recursos para moverse por ciudad: sistema de frenado autónomo con detección de peatones y ciclistas, asistente de mantenimiento de carril, detector de fatiga del conductor y reconocimiento de señales de tráfico.

Las demás terminaciones se ofertan con el motor de 118 CV y la batería con mayor autonomía. La intermedia Passion suma al equipamiento de fábrica el control de velocidad, el selector de modos de conducción, y el sistema de infoentretenimiento con pantalla de 7 pulgadas. La superior Icon instala pantalla de 10,25", con GPS y sistema Uconnect 5 provisto de reconocimiento de voz para gestionar distintas funciones dialogando con la máquina; incorpora, además, llantas de aleación de 16 pulgadas, llave inteligente, etc.

Existe, además, una esmerada puesta en escena de lanzamiento denominada laPrima. Justifica su contundente precio (desde 34.900 euros) pertrechándose como una berlina premium: control de crucero adaptativo con centrado en el carril, asistente de velocidad inteligente, cámara de visión trasera de alta resolución, detección de ángulo ciego, sensores de aparcamiento con imagen virtual cenital 360 grados, llantas de aleación y decoración específica.