El calendario es caprichoso, y se dio la circunstancia de que ayer mismo, el día en que el lehendakari se reunía con Eneko Andueza, el socialista cumplía cien días como secretario general del PSE. En el Congreso celebrado en Bilbao los días 20 y 21 de noviembre, Andueza tomaba el relevo de Idoia Mendia con el partido en un momento dulce, ocupando cotas de gobierno con el PNV en el Ejecutivo autonómico (con la propia vicelehendakaritza segunda en manos de Mendia), las diputaciones y las capitales, pero con ciertas pulsiones internas, por ahora minoritarias, a favor de sondear un tripartito de izquierdas con EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU. No es nuevo que algunos sectores del PSE han interpretado históricamente que el PNV es quien rentabiliza en las urnas el acuerdo con los socialistas.

En ese contexto, los primeros cien días de Andueza han venido marcados por una agenda frenética de contactos con los partidos y agentes sociales y económicos como los sindicatos y las patronales, al mismo tiempo que apostaba por “hablar claro” aunque molestara al PNV. El partido jeltzale lo ha interpretado como una apuesta por dejar su impronta y marcar perfil. La discrepancia más importante tuvo lugar en torno al borrador parlamentario de la Ley de Educación, del que se desmarcó el PSE, aunque se ha reconducido en los últimos días. Andueza también reprochó al PNV su voto en contra de la reforma laboral. A nivel local, el PSE apoyó el año pasado los Presupuestos de EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU en Durango, un pacto que llamó la atención porque, hasta la fecha, había sido la izquierda abertzale la que había escenificado su acercamiento al PSE en instituciones como el Congreso de Diputados o en Nafarroa.

Pero, al mismo tiempo, tras reunirse con Arnaldo Otegi, Andueza aclaraba que no veía margen para alcanzar pactos de calado con EH Bildu mientras no condenara de manera categórica el terrorismo de ETA, y aspirase a emular el procés catalán. Trataba de corregir la impresión inicial que habían causado algunas declaraciones suyas sobre las alianzas y, además, con Andoni Ortuzar, proclamó la salud del pacto con el PNV y su voluntad de mantenerlo en las instituciones.