Se han comprendido, han entendido sus posiciones y tendrán una relación más fluida, un vínculo que hasta la fecha tenían Iñigo Urkullu e Idoia Mendia. La apuesta del nuevo secretario general del PSE por marcar perfil propio en cuestiones como la Ley de Educación ha dado pie a que se interprete que puede existir un problema de coordinación o de convivencia con sus aliados del PNV dentro del Gobierno de coalición que lidera Iñigo Urkullu. Es una nueva situación provocada por la bicefalia en el PSE, donde Eneko Andueza marca la impronta de los socialistas desde fuera, mientras Mendia sigue como vicelehendakari segunda.

Pero la reunión que han mantenido este martes Andueza y el lehendakari, precisamente a petición del máximo responsable del Gobierno vasco para afinar la coordinación, sirvió para que el socialista hiciera constar el compromiso "incuestionable" de su partido con el trabajo conjunto en el Gobierno de coalición.

Despejar esa duda era el principal objetivo de la reunión. Eso sí, ese compromiso del PSE se mantendrá siempre y cuando se trabaje en el marco del acuerdo de gobierno. Es ahí donde el lehendakari, en la reunión de más de una hora en Ajuria Enea, quiso hacer suyo el compromiso con leyes que están en manos de carteras socialistas como la reforma de la RGI. Para que tampoco queden dudas por su parte. Andueza le había planteado una apuesta por la estabilidad más allá del valor que tiene en sí misma, y que se traduzca en utilizar el autogobierno para impulsar una serie de leyes pendientes a favor de la justicia social.

LA LEY DE EDUCACIÓN, CONJUNTA

El PSE vuelve a poner sobre la mesa la Ley de Educación, aunque este asunto llegaba casi resuelto a la reunión. La nota de Lehendakaritza añade otras leyes en un claro guiño a los socialistas, como la reforma de la Renta de Garantía de Ingresos, una propuesta liderada por Mendia y que todo apunta a que se quiere acelerar y lanzar en breve en Consejo de Gobierno, aunque habrá que cumplir unos trámites. El camino, no obstante, está expedito tras el acuerdo para la transferencia del Ingreso Mínimo Vital con el Estado, un escollo que había que despejar. Lehendakaritza subrayó la "buena salud" del Gobierno de coalición y "el alto grado de entendimiento y consenso", así como el cumplimiento del programa.

Urkullu y Andueza mantuvieron un encuentro que se gestó a raíz de los mensajes de whatsapp que envió el lehendakari al líder del PSE. Urkullu había quedado descolocado por la rueda de prensa en la que Andueza se desmarcó del borrador parlamentario de la Ley de Educación y anunció mociones municipales para defender la atención presencial en los bancos. Todo ello, después de que el propio Andueza pidiera al lehendakari que no se arrogara los buenos datos del empleo porque serían un mérito de la reforma laboral de Sánchez, aprobada con el voto en contra del PNV.

Pero en los últimos días la situación se ha reconducido, y la reunión se produjo ya con la polémica política zanjada, y a punto de alcanzar un acuerdo para presentar de manera conjunta las aportaciones al borrador educativo este viernes en el Parlamento Vasco. El pacto será posible con más menciones al carácter esencial de la educación pública y cuestiones como el plurilingüismo.

LAS OTRAS LEYES

El PSE había acudido a esta cita con la intención de trascender más allá del debate educativo y abordar las prioridades que tiene su partido en el calendario legislativo donde, como ya informó este periódico, los socialistas ponían el foco en las leyes de Igualdad, Juventud o RGI. El lehendakari ha recogido con claridad el guante y permite al PSE marcar su impronta, aunque en realidad no es algo que haga a regañadientes o que le suponga un roto porque son cuestiones pactadas y previstas.

"Un apartado especial ha tenido el programa legislativo. En este ámbito, los proyectos en tramitación son muy relevantes: reforma de la RGI, facilitada tras el acuerdo del IMV; Igualdad y Lucha contra la violencia machista, donde el jueves se aprueba en pleno la modificación de la Ley de Igualdad; Educación, donde el viernes culmina el plazo de presentación de aportaciones en la ponencia; o la de Juventud", desglosaron desde Lehendakaritza.

Los socialistas, por su parte, pusieron en valor que la reunión se desarrolló en un "clima de cordialidad que marca las relaciones de los dos partidos" y entre Urkullu y Andueza. "El compromiso del PSE con el trabajo conjunto en el Gobierno de coalición en Euskadi es incuestionable, en el marco de los objetivos que se recogieron en septiembre de 2020 en el acuerdo de gobierno que firmaron los dos partidos", añadieron.

En ese sentido, pusieron en valor que los fondos europeos van a favorecer una recuperación con justicia social, pero que no se puede fiar todo a esta baza, sino que se debe contar con "una estabilidad que, más allá del valor en sí misma, y que apoyándose en el autogobierno, permita desarrollar políticas que vayan en esta dirección".

MEMORIA, UCRANIA...

El PSE añadió que la Ley de Educación "y otras pendientes de su paso por el Parlamento" deben configurar una sociedad más justa. Asimismo, aludió al reto de la convivencia, con un "compromiso inequívoco con los derechos humanos, antes, ahora y en el futuro", lo que pareció una alusión implícita al debate del suelo ético y el reconocimiento de la injusticia de la violencia que se aborda ahora en el Instituto Gogora. "Los socialistas estaremos siempre ahí, con la memoria, la justicia, la verdad y la reparación que merecen todas las víctimas", zanjaron.

Ambas partes aludieron también a la guerra con Ucrania, donde coinciden en defender una acción coordinada de las instituciones y la fortaleza del proyecto europeo. Lehendakaritza se refirió a la reunión como un encuentro cordial y positivo.

Al Gobierno vasco de coalición le quedan dos años y medio de legislatura por delante, y el deseo del lehendakari es garantizar su paz interna y evitar en la medida de lo posible las fricciones públicas, sin que ello suponga coartar la libertad que tiene el PSE para defender sus posicionamientos políticos. En cualquier caso, en los últimos días se había entrado en una dinámica de desmarques en público que no esperaba el PNV cuando aún falta más de un año para las elecciones municipales y forales de 2023. Lo que no se mencionó en la nota fue el nuevo estatus de autogobierno, cuestión en la que el PSE discrepa del PNV y no ve que sea el momento para recuperar el debate. Sin embargo, este punto está fuera de su acuerdo de gobierno y tienen libertad.