2.927 espectadores salieron el 1 de junio del frontón Bizkaia de Bilbao frotándose los ojos. 63:19 minutos de juego, 13:59 de tiempo real, y 329 pelotazos a buena después, Jokin Altuna reeditó la txapela del Manomanista de Primera tras una remontada épica, que aparecerá en la enciclopedia de la especialidad más dura del curso manista. Y es que el amezketarra tumbó a Iñaki Artola con una tacada de siete tantos, yendo rezagado en el luminoso por 15-19. Marca de la casa. Eclipsó el buen trabajo de su contrincante, siendo más Artola que el propio Iñaki. Cuatro de sus últimos cinco tantos llegaron de pelotazos con la derecha en busca de cargas de profundidad y la moneda le salió cara.

Los comentarios generalizados a la salida del recinto bilbaino fueron de final “grande”, de esas que hacen afición. No solo por la remontada y el picante del resultado, sino también por el juego desplegado por ambos contendientes, siendo el subcampeón un as sin txapela. Además, la salsa previa, con dos amigos y vecinos en liza y la presencia de Artola, lesionado en 2021 justo antes de la final y con aroma a pelotari renacido, llenaron de expectación una cita hipertrofiada ya de salida.

Jokin Altuna e Iñaki Artola en la final del Manomanista. Oskar González

Sobre la mesa

Pese a todo, con el verano manista llamando a la puerta, las empresas profesionales, Aspe y Baiko Pilota, no contemplan por el momento programar una revancha de la final del Manomanista entre Altuna III y Artola. Fuentes consultadas por esta cabecera desvelan que ese asunto no se ha puesto sobre la mesa en un momento en el que el verano está tomando su forma definitiva.

De hecho, el próximo lunes se presentará el Masters CaixaBank de Primera y Serie B, siendo esta la principal novedad en el terreno estival. Asimismo, la celebración de las ferias de las grandes ciudades continúa adelante. San Fermín es la joya de la corona, con once festivales confirmados –diez en el Labrit y uno, la final del Cuatro y Medio de San Fermín, en el Navarra Arena–, junto con San Mateo, que cerrará las hostilidades en septiembre. 

Sin predicamento

Con todo, la fórmula de la revancha de la final del Manomanista como polo de atracción para el respetable parece haber perdido peso en las programaciones de la Liga de Empresas de Pelota a Mano, que no han conseguido replicar el partido más importante del curso desde agosto de 2018. Entonces, durante la feria de La Blanca de Gasteiz, Altuna III y Aimar Olaizola repitieron el partido que les enfrentó unos meses antes en el frontón Bizkaia de Bilbao. El campeón amezketarra pasó por encima de su contrincante, al que endosó un severo 22-5. Un millar de espectadores se acercaron al Ogueta, mas se esperaba que el enfrentamiento tuviera un impacto mayor en el pelotazale. 

Un año después, el duelo entre Iker Irribarria y Mikel Urrutikoetxea estuvo sobre el escritorio de los rectores de Aspe y Baiko, de modo que llegaron a anunciarlo en el Atano III de Donostia. Sin embargo, el de Zaratamo sufrió una rotura de fibras en el pectoral izquierdo en el Torneo Aste Nagusia de Bilbao y no llegó a tiempo para la función. Las empresas reaccionaron a tiempo para elaborar un estelar especial entre delanteros: Altuna III-Irribarria contra Laso-Olaizola II. 

Partido especial contra Laso

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Hasta hace dos campañas no se volvió a abrir el melón de la revancha, pero sí que hubo un amago en 2021. La vuelta al profesionalismo de Unai Laso tras nueve meses fuera al no aceptar la oferta de renovación de Baiko Pilota durante la crisis pandémica –menor que la de su contrato de debut, según deslizó el propio pelotari– fue una explosión. Llegó a la final del Cuatro y Medio de San Fermín, dando un espectáculo terrible ante Altuna III, que ganó por 22-20. A raíz de ese instante y calculando el tirón de un clásico en construcción, Aspe y Baiko les cruzaron mano a mano en Donostia el 19 de agosto. Hubo buena entrada y un bonito 22-17.

En 2023, entretanto, la irrupción de Aitor Elordi, campeón contra pronóstico frente a Altuna III en una final muy divertida (22-18), abrió un nuevo escenario. Aspe calibró el impacto de una repetición y puso en marcha la maquinaria. El frontón: el Atano III de Donostia. Sin embargo, a seis días de la disputa del encuentro, Jokin tuvo que bajarse del barco. El pulso entre los dos finalistas del Manomanista se quedó en nada. El guipuzcoano sufrió una “una sobrecarga en la unión miotendinosa del dorsal ancho derecho” y optó por la precaución. “Según las recomendaciones de su fisioterapeuta, exponer al delantero de Amezketa a la exigencia de un partido mano a mano podría provocar un desenlace peor”, expresó la empresa mediante una nota de prensa.