"He hecho un partido pésimo con la izquierda”, reflexionó Jokin Altuna tras el debut en el Manomanista ante Iker Larrazabal, que le endosó un severo 14-22 en el Astelena de Eibar. Mal asunto. Al campeón en curso le salvó el sistema competitivo. La liguilla de cuartos de final permite un tropezón a los cabezas de serie, que se salvan de la primera eliminatoria, del todo o nada, del cara o cruz. El amezketarra le dio la vuelta ante Javier Zabala (22-15) y un Darío Gómez con la derecha maltrecha (22-4) y vuelve a ser finalista. El 1 de junio disputará contra Iñaki Artola su sexta cita por la txapela más importante del curso, la tercera seguida (2018, 2020, 2021, 2023, 2024 y 2025), y buscará el cuarto título de su cuenta personal (2018, 2021 y 2024). 

“Jokin pelea por estar entre los más grandes”, analizó su rival en los prolegómenos de la final del Parejas, en la que tuvo a bien analizar las comparaciones entre ambos. Y el caso es que, si el alegiarra se impone en el frontón Bizkaia de Bilbao, alzará su primer título profesional; pero el amezketarra aspira a lograr su novena txapela (cuatro del Cuatro y Medio, tres del mano a mano y una del Parejas) en su final número 16 en la élite. 

Ocho campeones desde 2014

Ocurre que la cita con la historia a la que aludía Artola se refiere también a la posibilidad de reeditar una txapela que en la última década es un trono electrificado. Desde que Aimar Olaizola se impusiera en las ediciones de 2012 y 2013, han desfilado ocho campeones diferentes: Juan Martínez de Irujo (2014), Mikel Urrutikoetxea (2015), Iker Irribarria (2016 y 2019), Oinatz Bengoetxea (2017), Altuna III (2018, 2021 y 2024), Erik Jaka (2020), Unai Laso (2022) y Aitor Elordi (2023). Ninguno de ellos ha sido capaz de mantener el título. ¿Misión imposible?

Jokin Altuna. Arnaitz Rubio

En cualquier caso, el citado Olaizola II, uno de los pelotaris más importantes de la historia de la pelota a mano profesional, forma parte de un selecto club de manistas que inscribieron su nombre con letras de oro en la enciclopedia del Manomanista. Es decir, de los 32 campeones distintos desde que se oficializó el primer título de Atano III en 1940, únicamente doce pelotaris han podido reinar en años consecutivos y solo dos en el siglo XXI. Un hito a la altura de los más grandes.

Altuna III y doce mitos

El primero en lograrlo fue el campeón de Azkoitia, que reeditó en 1942 –por entonces el mano a mano se hacía cada dos campañas–. Miguel Gallastegi lo hizo en dos ocasiones (1948, 1950 y 1951 –competición anual desde entonces–). Después fue el turno de Pepe Arriaran (1955 y 1956) y José María Palacios Ogueta (1958 y 1959). El gigante de Elorrio Hilario Azkarate deslumbró en los sesenta con dos reinados largos (1960, 1961 y 1962 y 1964 y 1965).

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En imágenes: Jokin Altuna se mete en la final del Manomanista después de ganar a Unai Laso en el Atano III de Donostia. PEDRO MARTÍNEZ

Con la llegada de Juan Ignacio Retegi, Nafarroa se puso en vanguardia. El de Igoa repitió en 1969 y 1970 para después monopolizar la txapela entre 1972 y 1975. Juan Mari Bengoetxea vistió de colorado en 1978 y 1979. Con la llegada de Julián Retegi se rompieron todos los pronósticos: nueve txapelas, de once, seguidas (1980, 1981, 1982, 1983, 1984, 1985, 1986, 1987 y 1988). Ladis Galarza (1991 y 1992) y Rubén Beloki (1998 y 1999) fueron los últimos zagueros en perpetuarse en el tiempo. Juan Martínez de Irujo fue el siguiente. El huracán de Ibero selló dos de sus cinco de forma consecutiva (2009 y 2010). Olaizola II es el último. ¿Hasta ahora?