Formado por una mezcla inusual de jugadoras, universitarias nacidas en 2006, juveniles del club e incluso madres de alumnas del colegio, el equipo sénior de balonmano femenino de Urdaneta logró esta pasada temporada un hito sin precedentes: ganarse el derecho a competir el próximo curso en categoría estatal, concretamente en División de Honor Plata, donde será el único centro educativo entre clubes. Para José Otxandiano, entrenador del equipo, el logro resulta difícil de creer: “Arrancamos la temporada con solo siete jugadoras. Una de ellas se fue a estudiar a Tutera, pero nos dijo que seguiría viniendo los fines de semana para jugar. A partir de ahí, nos pusimos a construir como pudimos”.
Ante la falta de efectivos, el cuerpo técnico apostó por una solución poco convencional: incorporar al grupo a dos madres con pasado deportivo y a tres juveniles dispuestas a doblar esfuerzos cada jornada. “Así nos echamos a la piscina”, resume Otxandiano, consciente de lo nada común del planteamiento pero convencido de que merecía la pena intentarlo.
El equipo, en su primer año como sénior, compitió en Liga Vasca con un objetivo modesto: mantener la categoría. El técnico admite que al principio tenía dudas sobre cómo respondería el grupo al nivel de exigencia. Advirtió a sus jugadoras de que “el salto a sénior no es una broma” y que quizá, como avisó, iban a recibir “un baño de realidad”. Pero sucedió lo contrario: jornada tras jornada, el equipo se cohesionó y comenzó a brillar.
La fase de ascenso celebrada en Loiu fue la guinda a una temporada de ensueño. El Urdaneta superó con claridad a sus tres rivales, Bathco BM Torrelavega, BM Morro Jable y BM Samertolameu, sin ceder un solo encuentro. Según explica el entrenador, no recibieron más de 60 goles en total durante los tres partidos. Buena parte del éxito reside en el estilo de juego que han desarrollado en el club colegial: una defensa intensa y muy activa, orientada a recuperar el balón para salir al contraataque. “Somos un club que apuesta por un modelo común desde la base. Todos nuestros equipos defienden igual. Esa defensa proactiva nos ha dado muchos goles fáciles y ha sido decisiva en la fase de ascenso”, destaca.
Muchas de las protagonistas comenzaron a jugar al balonmano en el colegio cuando apenas eran alevines. Algunas se sumaron en edad cadete, completando un grupo que siempre mostró una fuerte identidad competitiva. Su técnico lo tiene claro: “Ellas han creído en sí mismas desde el principio. Han luchado hasta no dejarse una gota de sudor. Yo he sido sincero siempre: si nos dábamos la bofetada, que fuera haciendo lo que querían y mirando hacia adelante”.
El hito cobra aún más valor si se tiene en cuenta que el club limita su cantera a alumnas y exalumnas del propio centro. “Tenemos la particularidad de que en Urdaneta solo juegan quienes estudian o han estudiado en el colegio. No es fácil mantener una estructura así, pero es lo que le da identidad al proyecto”, subraya Otxandiano. Lejos de ser un obstáculo, esta apuesta se ha convertido en un motor de orgullo para los centenares de niñas que forman parte de las categorías de base, muchas de las cuales ven ahora en el equipo sénior un espejo en el que mirarse.
El compromiso con la formación no se queda solo en la pista. Muchas de las jugadoras sénior entrenan a las más pequeñas del club, compaginando esa labor con sus estudios universitarios y sus propios entrenamientos. “Tienen un mérito enorme. Estudian, entrenan y, aun así, encuentran tiempo para devolver a las más jóvenes lo que un día ellas recibieron. Lo más valioso que tenemos es la base y eso hay que cuidarlo con mimo”, insiste el técnico.
De cara a la próxima temporada en División de Honor Plata, el equipo mantendrá gran parte del bloque que ha logrado el ascenso, a pesar de que ya ha habido clubes que han pescado en esta exitosa plantilla. Por otro lado, habrá tres incorporaciones simbólicas: tres exjugadoras del club que lo dejaron al terminar la etapa infantil hace más de cinco años y que han decidido volver. “Les parece un reto ilusionante, y eso me parece lo más importante. Estaremos con la misma base del año pasado y tirando de las juveniles, que vienen pisando fuerte”, adelanta el entrenador.
Búsqueda de patrocinadores
El club lanza ahora un llamamiento a nuevas entidades patrocinadoras que deseen vincularse a un proyecto con proyección estatal. “Competir en División de Honor Plata no solo es un reto deportivo, sino una oportunidad para dar visibilidad al talento femenino local y alinear marcas con valores reales”, concluye Otxandiano, también coordinador de la sección de balonmano del club. El equipo afrontará la próxima temporada con la misma humildad, pasión y determinación que le ha llevado hasta aquí. Con el deseo de seguir creciendo… y de inspirar a nuevas generaciones, desde la pista y desde las gradas.