HOY, todos los athleticzales del mundo nos levantamos nerviosos, ilusionados y, sobre todo, felices. Una vez más, el Athletic nos regala la oportunidad de disfrutar de una jornada en la que solo hay un tema de conversación, el partido de la noche. Nos hemos acostumbrado en las últimas temporadas a vivir días similares y creo que hay que ponerlo en valor. Cuando nos preguntan por qué somos del equipo rojiblanco, precisamente es gracias a estos momentos en los que nos juntamos, cantamos, gritamos, reímos, lloramos, pero, sobre todo, nos unimos en torno a unos colores. Nadie es ni más ni menos que nadie, todos somos iguales y nos enorgullecemos de ser del equipo más grande del mundo. Por lo menos para nosotros.
Esta noche la batalla va a ser épica. Dos equipos unidos por un pasado en el que los madrileños lucirán precisamente una camiseta con un escudo compartido. Desde entonces hasta ahora han cambiado mucho las cosas y las relaciones no están siendo tan buenas, en los últimos tiempos se han enturbiado un poco, los piques habituales, nada importante. El entrenador rival siempre está en el punto de mira de muchos aficionados. A veces las formas impiden ver lo pedazo técnico que es. Soy de los que cree que debemos centrarnos en animar a los nuestros y obviar a los de enfrente. El partido será una guerra constante, alternativas de unos y otros y, por supuesto, muchos partidos dentro del mismo. El Atletico tiene muchas caras y alternativas.
¿Quién es el favorito para llegar a la final de Copa?
Valverde lo tiene claro, seguro. El técnico rojiblanco está curtido en mil batallas y no es de los que le tiembla el pulso en estas ocasiones. También es verdad que los colchoneros acostumbran a jugar partidos definitivos, sus futbolistas juegan con esa baza. La temporada nos dice que en San Mamés los leones son intratables y los números son contundentes. Si vemos la versión habitual la final de La Cartuja será una realidad. Si por contra hay dudas y el equipo del Cholo se lo cree, tendremos problemas.
Los futbolistas importantes del equipo están ante un partido en el que deben liderar al resto, no con compromiso, eso siempre hay, sino con acierto y mostrando lo mejor de su repertorio. Hoy no es el día para esconderse o exhibirse en modo gris. Brillo, descaro y trabajo para hacerle la vida difícil a quienes están delante. El guión está claro y el final no lo vamos a escribir nosotros pese a nuestros deseos. Serán los profesionales quienes cuando pite el final el árbitro, según lo hecho, firmen el acta del choque.
La Catedral lucirá sus mejores galas y una vez más, todo el panorama futbolístico podrá comprobar, como en otras muchas ocasiones, la unión tan grande entre equipo y afición. Nuestra diferencia está ahí, pero hay que seguir demostrándolo. Eskerrik asko equipo, eskerrik asko afición, vamos a por todas. Aupa Athletic.