RAS el susto de Pfizer, aunque parece ya en disposición de retomar el ritmo de suministro de la vacuna, le toca a AstraZeneca. Lo de esta última tiene bemoles porque la británica cobró una millonada de la Comisión Europea para adaptar su sistema de producción a la demanda comprometida pero, a horas de que se autorice su distribución, ya avisa de que, de lo dicho, un 60% menos. Si pincha el suministro, pincha la protección. Y, de paso, como pide Donald Tusk, que Pfizer aclare si sus viales contienen cinco o seis dosis y no quede al albur de topar con uno más apañado o de otro que tenga peor pulso.