La Policía de San Antonio, en el estado de Texas, ha matado este viernes a un niño de 13 años que presuntamente habría embestido un coche robado contra una patrulla, según las autoridades estadounidenses. Los agentes respondieron a una llamada de que se estaban produciendo disparos y poco después vieron un automóvil rojo cuyas características coincidían con el que se había visto involucrado en el anterior tiroteo, cuenta la Policía.

Según la versión que el capitán de la Policía de San Antonio, Jesse Salame, ha ofrecido a la cadena NBC, el conductor del vehículo dio marcha atrás cuando intentaba tomar otra dirección, pero acabó golpeando al coche policial. "Él da marcha atrás y trata de volver en otra dirección. No sabe que hay un coche de policía detrás de él y cuando ve el otro coche de policía detrás de él, parece que gira y choca contra ese coche a propósito del lado del conductor", relata Salame, que ha informado también del arresto de otros dos menores que viajaban en el mismo coche que la víctima.

Un agente del primer coche patrulla es el que de un solo disparo mató al conductor de 13 años. "Pensó que el otro agente iba a ser golpeado", ha contado Salame, quien por el momento no ha dejado claro si la víctima portaba algún arma. Los intentos de los paramédicos por salvarle la vida en el lugar no dieron resultado y se ha confirmado su muerte en un hospital cercano al que fue trasladado, ha informado el sargento de la Policía, Washington Moscoso.