Llegó el día. Barcelona y Olympique de Lyon saltarán (18.00 horas) al césped de San Mamés para disputar la final de la Champions League femenina y lo harán con la certeza de saber que son los dos equipos más potentes del continente ya que ambos se reparten los últimos 8 títulos de esta competición. Las francesas de Sonia Bompastor, primero, y las blaugranas de Jonathan Giráldez, después, entrenaron esta tarde sobre el verde de La Catedral, aunque con las gradas vacías; por lo que con un ambiente mucho más lúgubre del que se espera mañana, cuando más de 50.000 personas -40.000 de ellas culés- den color a una cita histórica para la capital vizcaina.

Porque si los dos contendientes que han llegado al último partido son estimados como los mejores de Europa, San Mamés también ha sido considerado un escenario sublime para la disputa de la final. “Sabemos que el 80% del público o más va a ser del Barcelona, pero eso supone una motivación extra. Jugar una final de Champions y hacerlo en este maravilloso estadio va a ser aún más grandioso”, dijo Christiane Endler, guardameta del Olympique.

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Y parecidas palabras tuvo la actual Balón de Oro, Aitana Bonmatí, que ya sabe lo que es hacer un doblete en La Catedral -lo consiguió en el pasado partido de Copa ante el Athletic (0-3)-: “Somos unas privilegiadas por poder vivir esto. Se dice que las finales se ganan pero también se disfrutan y tenemos que disfrutar no solo el partido en San Mamés, sino también el entrenamiento previo de hoy porque es la recompensa al trabajo de toda una temporada”.

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Respecto a lo deportivo, Olympique y Barcelona auguran un duelo frenético e igualado, a pesar de que la historia se decanta a favor del conjunto francés. De hecho, ambos equipos se han cruzado cuatro veces en la Champions y las cuatro las ha ganado el Lyon, siendo el enfrentamiento más sonado el último, hace dos años, cuando las de Bompastor ganaron la final en Turín (3-1) y levantaron su última Orejona. Con todo, la técnico, que anunció que Hegerberg estará disponible, no se fía de un Barcelona que llega a La Catedral como vigente campeón del torneo: “El Barcelona ha evolucionado, ahora son mejores. El partido de Turín tuvo un impacto para ellas y sé que han cambiado su metodología con su entrenamiento y han reclutado jugadoras. Cada final tiene su propia historia”.

En el Barça tampoco quieren fijarse mucho en las estadísticas y Giráldez, con toda la plantilla disponible, buscará el póquer de títulos, ya tiene Liga, Copa y Supercopa, en su última temporada al frente del banquillo culé: “El equipo está jugando muy bien al fútbol y la posibilidad de jugar en un gran estadio una final de Champions habla muy bien de nosotras. Queremos seguir siendo el mejor equipo de Europa”. Bonmatí, por su parte, se deshizo en elogios hacia un Lyon que “tiene un gran palmarés”, pero aseguró que quiere seguir haciendo historia y eso pasa por llevarse la segunda Champions consecutiva: “No quiero hablar del pasado porque sirve para aprender pero no significa que vuelva a ocurrir lo mismo. El Olympique es un gran rival pero sabemos de nuestro potencial y creo que la final va a estar 50-50. Mañana va a ser un gran día”.