La celebración de la final de la Champions League en San Mamés ha causado gran expectación. Las entradas están agotadas y Bilbao empieza a posicionarse entre los dos candidatos al título: Barcelona u Olympique de Lyon. Sin embargo, el partido que se disputará el sábado (18.00 horas) no es el primer encuentro de la máxima competición femenina de clubes que se celebra en La Catedral. Será el tercero. Porque el estadio del Athletic ya sabe lo que es vivir la Women’s Champions League. Lo ha hecho en dos ocasiones ya que, aunque las leonas hayan disputado 17 partidos de la Liga de Campeonas, tan solo dos tuvieron lugar en San Mamés. El primero fue en 2003, ante un Frankfurt considerado el mejor equipo continental de ese momento y que apenas tuvo piedad con el Athletic (1-8). Y el segundo fue en 2016, cuando el Fortuna Hjorring danés claudicó ante las rojiblancas (2-1) en La Catedral, pero terminó por eliminarlas en la vuelta (3-1) en su estadio.
10.000 personas acudieron a San Mamés en 2003 para ver a las rojiblancas jugar la Champions tan solo una temporada después de la creación del Athletic femenino. Porque ganaron la primera liga que disputaron como leonas, con 17 victorias y tan solo 1 derrota en 22 partidos, clasificándose con todos los honores para la Liga de Campeonas de la siguiente campaña. Esa fase de grupos tuvo lugar en Bizkaia, pero los dos primeros duelos del Athletic se disputaron en el campo gernikarra de Santa Lucia –contra el Neulengbach– y en el Las Llanas de Sestao –frente al Su 1 Dezembro–. Así, San Mamés se abrió tan solo para el último de la fase. Ese que enfrentó a las de Iñigo Juaristi contra el campeón alemán, el Frankfurt. El favorito para llevarse el título.
El partido no tuvo mucha historia, más allá de los diez millares de aficionados que se presentaron en San Mamés para ver el duelo. Al minuto 16, el Athletic ya iba perdiendo. Pero es que en el 31, el marcador ya lucía un contundente 0-4. Tzibi consiguió recortar distancias mandando a la red un penalti cometido sobre Gurutze; sin embargo, en la segunda mitad el Frankfurt no aflojó y, haciendo alarde de su superioridad física, hizo añicos el sueño de las leonas de seguir vivas en la UEFA Women’s Cup. Pero es que las alemanas simplemente tenían más rodaje, más envergadura y más calidad. Y por eso terminaron subcampeonas. “Se pueden sacar cosas positivas del partido, como el apoyo de la afición y que tenemos mucho margen de mejora para llegar a igualar a este equipo que por algo es el mejor de Europa. A ver si con trabajo y con esta afición podemos llegar algún día al nivel de este equipo”, dijo Juaristi tras el encuentro.
La segunda vez que se abrió San Mamés para acoger la Champions femenina fue en octubre de 2016. Esta vez el rival fue el campeón danés, el Fortuna Hjorring, al que las leonas ganaron 2-1 delante de más de 9.000 aficionados. Fue un encuentro intenso y vistoso en el que se adelantó el Athletic en el 34 gracias a que Yulema Corres metió dentro un milimétrico centro de Moraza. Sin embargo, el panorama cambió por completo tras el descanso. El Fortuna apretó y las rojiblancas se metieron atrás. A achicar agua. Lo consiguieron hasta que en el 70 Smidt hizo de cabeza el empate. A partir de ahí, las entonces dirigidas por Joseba Agirre reaccionaron, jaleadas por las 9.000 almas vizcainas, y el premio llegó en una contra. Bien dirigido por Erika Vázquez, el balón llegó a Maite Oroz, que escogió el palo corto para alojar el balón al fondo de la red.
Este aún se mantiene como el último partido de la Champions femenina en el estadio del Athletic. De hecho, como si intuyera algo, la goleadora Corres declaró que “queremos otro partido de Champions en San Mamés”. Se refería, obviamente, a los octavos de final de esa edición del torneo. Octavos a los que no consiguieron llegar tras caer 3-1 en el Bredband Nord Arena. Sin embargo, La Catedral sí que volverá a acoger otro partido de la Women’s Champions League. Será este sábado y, aunque no juegue el Athletic, será toda una final.
