Javier Olaizola huye de las medias palabras. Se muestra a pecho descubierto. Lo que piensa lo manifiesta alto y claro. No entiende otra forma de expresarse, rotundidad que se acentúa cuando su equipo pierde de malas maneras, o sea sin competir. Fue el caso de su Arenas, al que dirige en su segunda etapa en Gobela y que rozó el ridículo en su visita al Alfaro, vicecolista del grupo II de Segunda RFEF, ante el que sufrió una inesperada y dolorosa derrota que priva al conjunto rojinegro retornar al play-off, el inexcusable objetivo marcado por la entidad. “El peor partido que hemos hecho. Hemos sido un equipo inmaduro, sin saber realmente lo que nos jugábamos. Era una oportunidad tremenda para acceder al play-off, hemos venido dando el peor rendimiento de toda la temporada”, asegura Olaizola, que profundiza en su reflexión, más crítica con el transcurrir de sus palabras: “ Hemos estado todos mal, no se puede afrontar un partido con tanta parsimonia, con tan poca implicación, porque al final ocurre lo que te ha ocurrido. El mensaje era claro y este partido me daba más miedo que ninguno… Es una lección importante para aprender y ser humildes, si no lo somos, no vamos a ser capaces de ganar a nadie”.

Lo cierto es que el Arenas no estuvo a la altura esperada en La Molineta, donde a los 26 minutos de juego ya había encajado los dos tantos que, a la postre, costó la derrota al equipo getxotarra, que ve cómo los puestos de play-off distan a dos puntos, al mismo tiempo que la Real Sociedad C le supera en la tabla y se mete en la pomada por entrar en la zona privilegiada. Parte de este mal reside en la falta de pegada del colectivo de Olaizola lejos de Gobela, ya que en los últimos siete desplazamientos solo ha sido capaz de hacer gol en una ocasión, un bagaje excesivamente pobre si quiere aspirar a la liguilla de ascenso. “Tenemos que dar un paso delante definitivo, porque si no, no vamos a estar en el play-off”, sentencia el técnico rojinegro.