Varios miles de pensionistas vascos se manifestaron ayer por las calles de Euskal Herria en defensa del mantenimiento de un sistema público de pensiones “digno” y contra los posibles recortes que pudiera poner en marcha el Gobierno español a requerimiento de las autoridades comunitarias de Bruselas que exigen reformas en el sistema para limitar la partida económica de las pensiones y asegurar su sostenibilidad a futuro. La CE pide dichas reformas, y otras, para liberar la concesión de los fondos europeos de cara a ayudar a solventar la crisis del covid.Los pensionistas vascos salieron ayer a las calles de Euskadi, una vez más, para mantener el pulso de sus reivindicaciones en defensa del sistema público y contra los recortes a los que abre la puerta el Pacto de Toledo y que ahora analiza el Gobierno español que lidera Pedro Sánchez. Los manifestantes exigieron también la derogación «inmediata» de las reformas laborales de 2010 y 2012 y de las de pensiones.

Los pensionistas se movilizaron por las cuatro capitales vascas del estado español, así como en una treintena de municipios, para que se garanticen unas “pensiones públicas dignas, justas y suficientes”, y para recordar a la sociedad que se está ante un problema que “no solo afecta a los pensionistas sino a las próximas generaciones”, pero frente al que no se adoptan medidas por la “excusa” de la pandemia

«Llevamos tres años de movilizaciones, pero aún no se han atendido una parte importante de nuestras reclamaciones y el ministro de Seguridad Social, Escrivá apunta claramente a un nuevo tijeretazo para recibir los fondos de la UE», indicó en Bilbao Jon Fano, portavoz en el territorio del Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria (MPEH).

El recorte de Escrivá

El ministro español de Seguridad Social, José Luis Escrivá, afronta una compleja situación para cuadrar las cuentas de las pensiones públicas a la espera de la jubilación de la generación del baby-boom, la más numerosa de la historia en el Estado español, porque no hay que olvidar que el pago de las pensiones se lleva ya 39,6 euros de cada cien de los Presupuestos Generales del Estado consolidados para 2021, cuya partida se incrementa el 3,2% con respecto al presupuesto base de 2020.

En los Presupuestos, la partida para las pensiones contributivas de 2021 asciende a 143.046 millones de euros, un 3% más que en 2020, estimado en función del incremento del colectivo de pensionistas, de la variación de la pensión media y de una revalorización de un 0,9%.

Dentro de las pensiones contributivas, las más importantes cuantitativamente son las de correspondientes a la jubilación, que suponen un 71,5% del total de las pensiones; seguidas de las pensiones de viudedad, un 17,2% del total y las pensiones de incapacidad, un 9,6% del total. Finalmente, las pensiones de orfandad y en favor de familiares representa el 1,7% del conjunto de las pensiones contributivas.

Pues bien, a la vista de estas cifras, el ministro José Luis Escrivá apuesta por moderar el gasto futuro en pensiones en tres puntos del producto interior bruto (PIB) español -lo que supondrá unos 30.000 millones de euros- para poder blindarlas con el IPC, después de que el gasto en estas partidas haya llegado este enero por primera vez a más de 10.000 millones de euros.

Y los pensionistas vascos temen este ajuste. Por ello, los movimientos de pensionistas de Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa se manifestaron ayer en sus cuatro capitales para reclamar al Ejecutivo español “sin más dilación” los recortes de las reformas de pensiones de 2011 y 2013 que siguen “vigentes”.

Las movilizaciones contaron con la adhesión de diferentes organizaciones sociales y sindicales entre ellas, ELA, LAB, ESK, CGT y CNT. En el caso de Bilbao, la protesta salió de la plaza Moyúa tras una pancarta en la que se podía leer Pensiones públicas dignas, y concluyó frente al Ayuntamiento, donde se leyó un comunicado rechazando los “nuevos recortes que se anuncian tras la ratificación en el Congreso de las recomendaciones del Pacto de Toledo”.