La ACB decidió ayer su plan de acción para el momento en que la actividad deportiva profesional pueda reanudarse. Los 18 clubes decidieron por unanimidad dar por concluida la temporada regular, que quedó interrumpida el 8 de marzo “por fuerza mayor”, y fijar el 31 de mayo como fecha tope para que la Liga Endesa pueda regresar. Cuando lo haga, “siempre que se pueda establecer junto a las autoridades competentes un protocolo sanitario para la reanudación de los entrenamientos y de la competición que garantice la salud de todos los participantes”, será con una fase final de doce equipos que se concentrarán en una sede y unas fechas aún por decidir, aunque son Gran Canaria y Andorra las principales aspirantes. La ACB quiere acabar la campaña como mucho el 10 de julio y como quiere reservar tres semanas para la readaptación de los jugadores tras el confinamiento, si no es posible empezar antes del 31 de mayo “la temporada se dará por acabada y el título de campeón quedará desierto”.

El Bilbao Basket estará entre esos doce conjuntos que, según la ACB, se jugarán el título de liga. Los hombres de negro han sido incluidos en uno de los grupos de seis junto al Barcelona (1º), el Iberostar Tenerife (4º), el Baskonia (8º), el Unicaja (9º) y el Joventut (12º). Contra todos ellos, menos contra el Unicaja, aún tenían que jugar los de Álex Mumbrú en las once jornadas que han quedado anuladas. La incertidumbre sigue presente en cada uno de los pasos que se siguen y la solución buscada sigue siendo compleja, pero Pedja Savovic, director general del Bilbao Basket, aseguró que la plantilla y técnicos “siguen trabajando con un alto nivel de profesionalidad y con la vista en poder reanudar la competición en las fechas señaladas de la mejor manera posible”.

En el otro grupo estarán Real Madrid, Zaragoza, Andorra, Valencia Basket, Burgos y Gran Canaria. Los dos primeros de cada grupo pasarán a las semifinales, que como la final se jugarán a partido único para sumar un total de 33 partidos en régimen de concentración y en apenas un mes con los que la ACB espera salvaguardar los intereses económicos de su competición en concepto de patrocinio y de televisión.

Uno de los aspectos más destacados salidos de la reunión de los clubes es que “al quedar pendiente un tercio de competición”, no habrá descensos. Así, el Estudiantes y el Fuenlabrada, los dos últimos tras la vigésimo tercera jornada, salvan el pellejo. El formato reducido para clausurar el curso deja fuera a ambos, lo mismo que a los clasificados del 13 al 16: Manresa, Obradoiro, Betis y Murcia. Esta es, quizás, la decisión que ha levantado más polémica, ya que condena a esos clubes al menos a seis meses de ostracismo, siempre que la próxima temporada empiece de la manera habitual. De todas formas, Antonio Martín destacó que “todos los clubes han dejado de lado sus intereses individuales” y que la ACB ha actuado “en sintonía con el Consejo Superior de Deportes ya que por encima de todo hay algo muy claro: la liga solo se reanudará si existen todas las garantías sanitarias para jugadores, entrenadores, árbitros y demás participantes”.

Otra de las cuestiones por aclarar es si este torneo final decidirá solo el campeón o también el resto de la clasificación y, en consecuencia, el reparto de las plazas europeas para la siguiente campaña. En el momento en que se detuvo la Liga Endesa, el Bilbao Basket ocupaba el quinto puesto que concede participación en Europa. Tras una campaña más que brillante, esa situación puede variar en función de cómo acabe esta competición express e incierta, que en ese sentido concede una nueva oportunidad a aquellos equipos que estaban fuera de las posiciones de play-off. También hay que conocer si la manera de concluir la ACB chocaría en fechas y forma con los intereses de la Euroliga, que también pretende implantar algo similar en sus dos competiciones.

Además, sin descensos queda por resolver si habrá ascensos desde la LEB Oro, que también debe decidir su futuro inmediato sin que haya, por ahora, una postura común clara. La posibilidad de que la próxima temporada hubiera 20 equipos en la ACB solo sería factible si se remodela el sistema de competición para reducir el número de partidos.